Zaragoza no se rinde

Zaragoza no se rinde

Sí, sigo aquí. Y estoy contigo. Soy la misma, esté llena… o vacía. Quiero que hagamos un pacto: tú te quedas en casa y yo prometo no moverme.Los que sí se mueven están velando por ti, por todos.

Mis rincones, calles y monumentos… esperan pacientes tu regreso. Y te miran desde fuera con orgullo.

Gracias por estar haciéndolo tan bien. Gracias a este compromiso, el tuyo y el suyo, el calor volverá antes de lo que imaginamos.

Volveremos a las tardes infinitas de tapas, a los paseos, a la ribera que hoy fluye en calma, a los domingos de rojo y blanquiazul y a esas fiestas que me hacen explotar en alegría y diversidad.

Volverá también la rutina, con su despertador, tranvías llenos y las prisas… Nunca pensaste que los echarías de menos, ¿eh?

Yo sí que te echo de menos. Tengo ganas de volver a sentir tus pies en mi asfalto, tu alegría recorriendo mis calles, tus risas, tus abrazos, tus brindis. Que me llenes de vida.

Nunca nos hemos rendido. Zaragoza no se rinde. Y no lo vamos a hacer ahora. Porque, juntos, ya estamos ganando. Gracias, Zaragoza.