El murmullo y el aroma del mar invitan a soñar en el hotel Aromar

A partir de este mes de junio, el Hotel Aromar hace aún más honor a su nombre, que significa ‘dar aroma’. Tras siete meses de restauración, este establecimiento situado en primera línea del Paseo Marítimo de Platja d’Aro ha reabierto sus puertas desplegándose de manera armoniosa al murmullo y a la esencia de la Costa Brava. El estudio que ha liderado el nuevo diseño, BOW Design - XC Arquitectes, ha propuesto ‘enmarcar’ la Playa Grande donde se encuentra el hotel, para que el cliente pueda disfrutar de las vistas a la arena dorada y a las aguas cristalinas desde cualquier rincón.

El interiorismo integra la naturaleza de su entorno, es luminoso, esencialista y sofisticado, a la vez que invita a relajarse y a soñar. Como explica la directora creativa y co-Fundadora de este estudio de arquitectura y diseño, la ingeniero e interiorista Cristina Lloret i Serra, “las habitaciones tienen magia y buscan el efecto ‘WOW’ de sorpresa, ya que cada una de ellas se ha decorado de manera armoniosa y luminosa pero diferente, para ofrecer experiencias distintas a los clientes: parejas, empresas, amigos…”.

Las camas se han reorientado para que tengan vistas al Mediterráneo y los cabezales-escritorios de ónix se han realizado con biseles perimetrales para que brillen como diamantes pulidos. Las habitaciones disponen de juegos de cama y toallas de tejidos de algodón y amenities de baño de la firma de cosmética orgánica Argan Meadow, que elabora sus productos a partir de extractos naturales y aceites esenciales de argán, coco, o almendras dulces.

En total, el Hotel Aromar dispone de 154 habitaciones esencialistas completamente equipadas para disfrutar de las vistas, de las cuales 104 son dobles, 5 junior suites, 28 panorámicas y 17 individuales, con balcones decorados con mobiliario tipo acapulco. También hay 25 apartamentos que completan la oferta de camas.

Un estilo femenino que respira sensibilidad

Para la decoración sofisticada del hotel, BOW Design-XC Arquitectes ha diseñado y desarrollado mobiliario pétreo realizado por la empresa Nerinea, butacas y mobiliario complementario de la marca nórdica Bloomingville y los diseños icónicos de Andreu World; pufs de Missana y Houtique; tejidos de Kvadrat; griferías de Zucchetti y sanitarios de Flaminia. El mobiliario acapulco de las terrazas es de Fair Furniture.

En las salas comunes, pavimentos de mármol blanco Macael y cajas de luz de piedras translúcidas de ónix, cuarzo y alabastro se encuentran envueltas de piezas exclusivas de decoración cromáticamente armonizadas. En la medida en que la luz exterior varía, los efectos de retroiluminación toman mayor importancia e invaden las estancias. El interiorismo, además, está repleto de detalles que respiran una atmósfera muy cálida y sensual, acompañados de colores suaves como diferentes tonos rosados y arena.

Gastronomía de Km0 frente al mar

El restaurante y el bar del hotel también han sido renovados. El chef del buffet Mestral, Daniel Batllori, propone una cocina tradicional mediterránea con productos frescos y de proximidad. En la carta, Ensaladas con anchoas de La Escala, Arroz de Pals, Chuletón de ternera de Girona, Pescado salvaje de la Costa Brava (rodaballo, cabracho o gallinetas) o embutidos de Vic acompañados de nueve variedades distintas de pan con tomate y aceites de la marca Oli de Pau del Ampurdán. Completan la oferta gastronómica postres caseros como Crema Catalana y Pastel con cabello de ángel y piñones. Con capacidad para hasta 150 personas, el restaurante dispone de terraza exterior con vistas a la playa; al igual que el bar, que cuenta con una carta variada de bocadillos, snacks, tapas y cócteles ideales para disfrutar de la brisa marina en verano.