El factor sorpresa mejora la experiencia de viaje
19 junio, 2018 (17:39:23)El operador de viajes online pone de manifiesto la necesidad de cambio del viajero actual que, en un mundo tan globalizado e informado, pierde capacidad de sorprenderse al realizar una de sus actividades favoritas: viajar. Y es que, en la actualidad, los viajes a Europa no suponen prácticamente ningún reto para los españoles. El uso de internet, las redes sociales, así como la frecuencia de vuelos y facilidad de traspaso de fronteras con el euro, provoca que los turistas, al llegar a su destino crean conocer ya la ciudad a la viajan pese a visitarla por primera vez.
Según este estudio, resultado de la encuesta realizada a cerca de 650 personas con edades comprendidas entre los 18 y 65 años, el 80% de los viajeros confiesa subirse a un avión por placer más de tres veces al año. Aunque no es precisamente este medio de transporte el que determina la experiencia de viaje, ya que solo un 5% de los encuestados da importancia a esta cuestión frente al 37% que valora como ingrediente fundamental la elección del hotel. Por encima de ambos porcentajes encontramos el valor de lo emocional que representa la experiencia en sí misma y que destacan el 58% de los viajeros.
En este sentido, la mayoría de los encuestados (52%) reconoce que se convierte en “su propio agente de viajes” y un 13% se apoya en una agencia online, mientras que el 6% recurre a un operador con sede física y de confianza. Resulta interesante también ver cómo los españoles entrevistados no suelen planificar sus viajes de fin de semana con más de dos meses de antelación (31%), y sorprende descubrir que tres de cada diez solo se adelanta en tres semanas o menos para coger un avión con destino a Europa.
La escasa anticipación para preparar un viaje de estas características se refleja también en la “osadía” para preparar la maleta. El 45% confiesa que se pone manos a la obra el día anterior o incluso, el mismo día de su vuelo, mientras que solo el 14% de los viajeros de la muestra dejan preparado su equipaje una semana antes.
Europa es siempre una buena idea
Cuando los usuarios tienen dos o tres días libres, no hay duda: coger el avión rumbo a una ciudad europea es un plan perfecto. Además, el 76% de los encuestados declara que le encantaría contratar una escapada sin conocer el destino a visitar. Y, en cuanto a lugares, no les importaría repetir estancia en la mayoría de ciudades europeas, destacando Roma, Londres y París como destinos predilectos.
Dentro de este orden de preferencia, lo cierto es que el 41% de los españoles encuestados ha confesado sentirse atraído por un destino que pueda ofrecerle descanso y relax, valora positivamente que el lugar a visitar tenga atractivos culturales y la buena gastronomía, mientras que el 59% restante prefiere hacer turismo y pasárselo bien en un destino que garantice ocio y diversión además de visitas de diversa índole: museos, musicales, paseos o mercadillos.
Mi viaje, mi sorpresa y mi pareja
Después de preguntar sobre peticiones imaginarias en caso de contar con un agente de viajes particular, el 59% de los viajeros reconoce priorizar un viaje adaptado a su propia forma de moverse y en el que pueda disfrutar de una escapada a su medida; un 21% prefiere la seguridad y el 20% restante se decanta por una guía con planes que huyan de los aspectos más típicos.
El factor sorpresa también está presente en las preferencias de los viajeros, ya que el 76% de los encuestados cree que conocer en el aeropuerto el destino al que van a viajar les produciría alegría y expectación. El 24%, sin embargo, confiesa que tendrían curiosidad por vivir esta experiencia aunque, a priori, la emoción que les genera es nerviosismo.
Pero, nerviosos o no, los entrevistados se unirían a un viaje sorpresa sin dudarlo, para lo que contarían con su pareja (un 50%), con un familiar (30%) o un amigo (20%). Y es que, las ganas de hacer la maleta y poder llevar a cabo un viaje por placer es algo que une a todos los entrevistados… ¿Por qué no introducir el factor sorpresa como un elemento más para hacer del viaje algo inolvidable.