Desde tiempos inmemoriales Europa es el continente de la "movilidad". Diferentes culturas y pueblos como los griegos, los celtas, los romanos, los borgoñones... conquistaron grandes partes de ella. Más tarde, los viajes por Europa se vieron motivados por el comercio, el intercambio cultural y la búsqueda de inspiración. Como ejemplo, Brujas se convirtió en uno de los principales centros de comercio en Europa Occidental y maestros flamencos como P.P. Rubens viajaron a Italia para inspirarse en el arte del Renacimiento. Durante estos últimos meses nuestras fronteras internas europeas han estado cerradas. El 15 de junio muchas de ellas han reabierto. Una gran parte de los belgas tiene intención de viajar al extranjero después de esa fecha. Y esa intención se visualiza en el Árbol de la Esperanza como un signo de esperanza, apoyo y solidaridad con el sector turístico europeo.
Europa sin fronteras
Las fronteras internas de Europa se ampliaron el 1 de enero de 1993 con la introducción de la libre circulación de bienes y personas en la Unión Europea. El cierre de estas fronteras fue una de las medidas tomadas para detener la marea de Covid-19. Como resultado, los ciudadanos europeos dejaron de poder circular libremente. Aunque esta medida nació de la pura necesidad, pronto se hizo evidente que los diversos países europeos se necesitan unos a otros, y a diversos niveles. Para muchos países el turismo es una piedra angular de la economía. Sin embargo, es igual de importante que los viajes fomenten el respeto y las conexiones más profundas entre las personas y las regiones, y promuevan el intercambio y el progreso. Por lo tanto, nos complace que las fronteras internas de Europa se reabran en gran medida el 15 de junio de 2020.
Bélgica como cruce de caminos dentro de Europa
Bélgica es el corazón latente de Europa. "Por eso me parece importante plantar un árbol en este centro. Sus raíces simbolizan nuestra historia compartida y las ramas representan el crecimiento que sólo puede lograrse a través del intercambio y la cooperación. Una de las formas de hacerlo es a través de los viajes. Afortunadamente, los belgas han recuperado su apetito por explorar el mundo. Las cintas simbolizan las intenciones de los belgas de viajar a destinos europeos", dice la ministra flamenca de Turismo Zuhal Demir. Plantado en el Mont des Arts de Bruselas, el Árbol de la Esperanza simboliza nuestra esperanza, apoyo y solidaridad con el sector turístico y con todos los viajeros de Europa y más allá. Por cada 10.000 belgas que hayan indicado su intención de viajar al extranjero este verano se ha atado en el árbol una cinta azul y amarilla, los colores europeos.
Encuesta sobre las intenciones de viaje de los belgas
Por encargo de VISITFLANDERS se realizó una encuesta sobre las intenciones de viaje de la población belga antes y después de Covid-19. Es cierto que el promedio de la intención de los belgas por viajar al extranjero ha disminuido: antes de la pandemia de Covid-19, el 80% de los belgas tenía la intención de viajar este verano frente al 54% actual. Y entre los que ya saben adónde, el 80% quiere ir a un destino extranjero. A medida que la política de fronteras se desarrolla y mientras no haya más brotes, la intención de viajar durante los meses de verano solo irá en aumento. Entre principios y mediados de mayo ya estaba clara la tendencia creciente del deseo de los belgas por viajar.
La mitad de los belgas que indican que irán al extranjero este verano ya ha elegido su destino. Los 5 principales destinos de viaje en este momento son:
1. Francia 25% (116 cintas correspondientes a 1.156.883 belgas)
2. Países Bajos 14% (64 cintas correspondientes a 638.280 belgas)
3. España 11% (52 cintas correspondientes a 518.603 belgas)
4. Italia 8% (37 cintas correspondientes a 372.330 belgas)
5. Alemania 5% (21 cintas correspondientes a 212.760 belgas)
Comunidades florecientes
El Covid-19 paralizó nuestras vidas, tanto en sentido literal como figurado. El verano de 2020 será el verano del cambio. Esto también se aplica a los viajes. Viajaremos de una manera más consciente, con más atención a los residentes y a la economía local, y con mayor respeto al lugar. Eso es algo bueno. El turismo no es sólo economía, es mucho más. El famoso humanista Erasmo (Países Bajos Borgoñones) escribió: "Somos viajeros en este mundo, no residentes". "Tal vez deberíamos dar un paso más este verano. En lugar de viajeros en este mundo, somos partícipes de un lugar. De esta manera podemos llegar a un concepto de turismo beneficioso para todos", concluye Peter De Wilde, CEO de VISITFLANDERS.
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