Canarias podría recibir un millón y medio de turistas teletrabajadores anualmente
Los defensores del trabajo remoto critican que se plantee como algo voluntario y no como un derecho 23 julio, 2020 (09:20:51)“Para aprovechar este nuevo perfil, el sector debe prepararse para su llegada”, afirmó Fernando Gallardo en el reciente Foro Canarias sobre Teletrabajo oportunidad para empresas y destinos. Según los cálculos realizados por este escritor y crítico turístico, España podría incorporar nueve millones de turistas teletrabajadores, de los que más de un millón y medio corresponderían a Canarias. Profesionales que no vendrían solo en periodo de vacaciones, “lo harían en temporada baja, lo que ayudaría a desestacionalizar el turismo”. Sin olvidar, que “el gasto cuando vienen en formato de teletrabajo es superior al gasto que realizan en vacaciones”.
Por tanto, es innegable, según los expertos en esta materia, que es un visitante que se debe “mimar y atender”, porque pueden ser “motor de la regeneración turística”. “Llegarán con otras exigencias y debemos averiguar cuáles son sus verdaderas necesidades. Entre ellas, claro está, una excelente conexión a internet. Esto deben tenerlo en cuenta no solo los grandes destinos, también por ejemplo los enclaves rurales”, añadió Gallardo. Por otro lado, señaló que las grandes estrategias se van a centrar en la media estancia y en los “alojamientos híbridos entre hotel y vivienda vacacional”.
Sabemos que, en España, apenas teletrabajaba un 4,8% del mercado laboral y, ocasionalmente entre un dos y un 8,3% antes de la crisis sanitaria. Esa cifra, entre constantes y esporádicos, podría saltar a más del 30% en esta nueva etapa. “Esta pandemia ha creado un laboratorio del teletrabajo. Lo que ha permitido crear métricas y que las empresas sepan si esta fórmula les conviene y ver cómo configurar un futuro más fructífero en esta modalidad”, concluyó Fernando Gallardo.
Menos positivo, en cuanto a la explosión del teletrabajo, se mostró otro de los ponentes en este encuentro monográfico, David Blay. Este periodista y cofundador de la Escuela de Trabajo Remoto entiende que “en el anteproyecto de ley no se está planteando el teletrabajo como un derecho, sino como algo voluntario, por lo que la decisión final es de las empresas”. Además, señala que quien está legislando sobre esta materia “ni ha teletrabajado, ni ha sido autónomo”, incluso “puede que no hayan trabajado nunca”.
Blay considera que hemos aprendido tres cosas de esta crisis: que se puede teletrabajar, que se han salvado muchos puestos de trabajo gracias a esta modalidad y que el impacto en la economía no ha sido tan fuerte. En cambio, afirma que “Canarias, gracias a Nomad City Gran Canaria y a sus iniciativas vinculadas, es un oasis normativo y de visión, pero no es lo que pasa en el resto de España”. Para este experto, “hay una cultura altamente reticente, porque hay una serie de directivos, mayores de 60 años, que entiende que lo normal es vigilar a su plantilla”. Pese a que existen muchas de fórmulas para medir la productividad, aunque estén en remoto, “el problema en nuestro país es la confianza”. En su opinión, ahora hay que abogar y hacer inversión en formación y educación digital, previa a la implantación definitiva del teletrabajo.
Debilidades y fortalezas del teletrabajo en Canarias
En cuanto al impacto socioeconómico del teletrabajo, Nacho Rodríguez, fundador del Nomad City Gran Canaria, señaló que empresas como Google, Facebook, Microsoft o Salesforce ya han implantado esta modalidad o lo harán de manera progresiva. Si sumamos estos casos, hablamos de 372.000 empleados con un sueldo medio de 114.000 euros al año. Es decir, más 42 mil millones de euros, el 4% del PIB español. “Si en España fuéramos capaces de atraer a trabajadores de estas cuatro empresas, el impacto en nuestra economía sería altamente positivo”, afirmó este experto.
En este webinar, se explicó además que el teletrabajo rompe el ciclo económico tradicional y lo convierte en disruptivo. En primer lugar, porque el acceso al trabajo es global. También mejora los salarios. Rodríguez, que es miembro además de la Asociación Internacional de Teletrabajo y presidente de la Asociación Canaria de Espacios Colaborativos, argumentó que “un desarrollador canario puede ganar en una empresa local unos 40.000 euros anuales, si lo hiciese para una empresa americana, que permita el teletrabajo, podría ganar unos 120.000 dólares al año. Multiplica por tres su capacidad adquisitiva, tan solo teniendo la habilidad de acceder a esa oportunidad laboral”. En este sentido, añadió que “el peligro no es solo que las empresas españolas se puedan ir a contratar a otros países más baratos, sino que los mejores profesionales españoles pueden también empezar a trabajar para empresas extranjeras que pagan mejor que en España por su talento.”
Los factores atrayentes de Canarias son de sobra conocidos: elevada calidad de vida, sociedad evolucionada, ocio, gastronomía, espacios de coworking, clima, conexiones aéreas, seguridad, diversidad, cultura y un largo etcétera. Además, ya existe una gran comunidad creada en las Islas, que a su vez son grandes embajadores de nuestra tierra.
Las debilidades del archipiélago en esta materia también son claras, según indicó Ignacio Rodríguez: “no tenemos una estrategia como destino único para atraer teletrabajadores, ni el sector público ni el privado ha sido realmente consciente de lo que supone esta oportunidad, las empresas canarias deben mejorar su digitalización y actualizar modelos de gestión”. Por otro lado, el archipiélago también falla en la percepción de nuestro destino únicamente de sol y playa. Sin olvidar, la gran asignatura pendiente: la formación en idiomas y en habilidades de comunicación.
Ante esta situación, proponen un plan de acción:
● Construir una comunidad de teletrabajadores cualificados en Canarias, con el apoyo de empresas e instituciones.
● Desarrollar un pool de talento digital, facilitando las infraestructuras (coworkings) y los contenidos (eventos), promoviendo la formación de talento local.
● Incentivar y capacitar a las empresas canarias para incorporar el teletrabajo, promoviendo la conversión de puestos presenciales a virtuales.
● Promover la retroalimentación del modelo, generando comunidades dinámicas.
● Centralizar y visibilizar todos los recursos disponibles. A medida que se incremente la demanda, convertir oficinas vacías en espacios de coworking, viviendas vacías en colivings y alojamientos flexibles, creando directorios de servicios de interés.
La evolución de los espacios de trabajo
Silvia Rivela, experta en espacios de trabajo y ponente también en este encuentro virtual, indicó que los hoteles están generando corners para desarrollar tareas profesionales, aunque entiende que esto “no es suficiente, porque se deben crear comunidades, que las personas hablen y se conozcan, compartan experiencias”. Señaló además que este nuevo fenómeno va a provocar “una evolución a espacios menores y flexibles”.
Rivela afirmó que “si las empresas apuestan por esta modalidad laboral podrían reducir hasta un 70% su espacio físico” y que es clave generar ambientes de trabajo en nuestras casas que respondan a los principios de bienestar físico, mental y emocional, con ello podemos lograr ser realmente productivos y felices.