Servicios acreditados por ENAC, garantía en el control de la calidad ambiental
La calidad ambiental en hostelería, restauración o establecimientos destinados al ocio y turismo es uno de los factores con mayor relevancia a nivel de confort, higiene, seguridad y salud 8 febrero, 2021 (13:39:50)La calidad ambiental en hostelería, restauración o establecimientos destinados al ocio y turismo es uno de los factores con mayor relevancia a nivel de confort, higiene, seguridad y salud. De hecho, garantizar un control y evitar el impacto de agentes patógenos en ambientes interiores, causantes de enfermedades como alergias, tumores, enfermedades pulmonares…, ocupa un lugar destacado en las políticas de investigación de organismos sanitarios de prestigio como la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Entre los riesgos asociados a la calidad del aire habitual, que pueden afectar al confort y al bienestar de los clientes, se encuentran irritaciones en mucosas por falta de higiene en el sistema de aire acondicionado o en las moquetas, cefaleas a causa de concentraciones elevadas de CO2 o de compuestos orgánicos volátiles, picaduras de insectos, deficiente descanso nocturno por exceso de ruido o la legionelosis por un inadecuado mantenimiento del jacuzzi, la piscina o los conductos de climatización, unidos a los riesgos asociados a la afluencia de público y el tiempo de permanencia en las instalaciones. Todos ellos, riesgos tanto para los usuarios de estos centros de ocio y turismo como para los gestores de las mismas, que pueden afectar a la sostenibilidad y la competitividad de las empresas del sector de la hostelería, la restauración o turismo y ocio en general.
Con todo ello, en algunos países existen normativas y disposiciones que deben ser cumplidas para garantizar una buena calidad del aire dentro de los edificios destinados a un uso recurrente por parte de la sociedad, como son los establecimientos de hostelería, restauración, centros comerciales u otras instalaciones destinadas al ocio y al turismo. En España, el Reglamento de Instalaciones Térmicas de los Edificios (RITE) que en su capítulo de mantenimiento preventivo establece que, de forma obligatoria y anual, se deben hacer revisiones de la calidad de aire y de conductos según la norma UNE 171330 a edificios con instalaciones con una potencia útil mayor a 70 kW (centros comerciales, hoteles, edificios corporativos, etc.). Por su parte, la norma UNE 171350 permite una valoración ponderada y objetiva de la calidad y salud ambiental en interiores de edificios de hostelería con alojamiento, como complejos hoteleros, hoteles, apartahoteles, hostales, casas rurales y albergues, con el fin de prevenir los riesgos ambientales perjudiciales para la salud y favorecer el confort de los usuarios.
La evaluación para concluir sobre la calidad del aire de un determinado ambiente interior se lleva a cabo por medio de un análisis de riesgos para la salud humana, que aborda desde las fuentes que originan los compuestos contaminantes y sus vías de exposición hasta los efectos en la salud de las personas. La metodología de evaluación se apoya en la comprobación del estado de la unidad de tratamiento de aire y la zona de aire climatizada, mediante la determinación in situ de parámetros contaminantes y una toma de muestras para verificar la presencia o ausencia de flora microbiológica y fúngica, así como de contaminantes químicos.
La confianza en estas inspecciones y valoraciones depende en gran medida de la credibilidad de los organismos que las realizan y de la confianza que el mercado y la sociedad en general tenga en ellos. Para que el usuario final pueda confiar en los resultados de estas evaluaciones, es fundamental que las entidades que las llevan a cabo actúen con imparcialidad e independencia y dispongan de la competencia técnica necesaria que garantice la fiabilidad de sus valoraciones.
Para lograr esa confianza y credibilidad, es preciso establecer un mecanismo independiente, riguroso y global que garantice la competencia técnica de dichos organismos. Y eso es exactamente lo que aporta la acreditación de la Entidad Nacional de Acreditación, ENAC.
Actualmente ENAC dispone de un esquema de acreditación conforme a la norma UNE-EN ISO/IEC 17020 para la inspección y valoración de la calidad de los ambientes interiores según los criterios establecidos en la normativa sectorial.
Para SGS Tecnos, empresa acreditada por ENAC para realizar inspecciones de la calidad de los ambientes interiores según la norma UNE 171330, “asegurar una buena calidad del aire es una obligación legal recogida en la legislación laboral (RD 486/1997, sobre las disposiciones mínimas de seguridad y salud en el trabajo) y en el RITE (Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios) y su incumplimiento puede conllevar consecuencias de responsabilidad jurídica para las empresas”, explica Juan Antonio Gómez del Amo, IAQ Product Manager de SGS Tecnos. Sin embargo, al margen de estas responsabilidades, Juan Antonio Gómez resalta que “una mala calidad del aire puede afectar al rendimiento de los individuos, su nivel de absentismo laboral, transmisión de algunas enfermedades, etc.”.
Respecto a la importancia que tiene para en el ámbito de la salud, el Product Manager de Calidad del aire en interiores de SGS Tecnos expone como ejemplo la transmisión del SARS-CoV-2: “Una de las vías más importantes, si no la más, es la transmisión a través de los aerosoles suspendidos en el aire. Mantener unos altos ratios de ventilación, una buena eficiencia de ventilación y distribución del aire, unos sistemas de climatización bien diseñados con sistema de filtración de alta eficiencia, un adecuado mantenimiento, en definitiva, mantener una buena calidad del aire permite reducir significativamente el riesgo de transmisión del virus”.
Juan Antonio Gómez destaca el valor que aportan los servicios acreditados para garantizar la calidad de ambientes interiores: “Todos los que contamos con un servicio de inspección acreditado por ENAC sabemos que los requisitos que tenemos que cumplir para alcanzar y mantener la acreditación son muy exigentes, pero es la garantía para nuestros clientes y para nosotros mismos de que los resultados que ofrecemos son fiables y reflejan fielmente la realidad. La acreditación nos obliga, entre otros aspectos, a un riguroso control de equipos, mantenimiento y calibración; acreditación de los técnicos y supervisión continua; a participar en programas de intercomparación; al aseguramiento y trazabilidad de resultados…, siendo todos estos requisitos auditados por un tercero independiente como es ENAC”.