10 de las mejores Semanas Santas de España en AVE
Las tradiciones, el patrimonio y la cultura viajan en alta velocidad 30 marzo, 2022 (10:58:17)Después de dos años sin culto externo las procesiones vuelven a las calles de toda España para reencontrarse con miles de participantes y público. Desde el Viernes de Dolores (8 de abril) hasta el Domingo de Resurrección (17 de abril) centenares de hermandades recorrerán las calles de nuestro país. Se trata sin duda de una de nuestras fiestas más características y que aúnan fervor religioso, patrimonio artístico, artesanías centenarias, músicas reconocibles y un sinfín de actividades paralelas que llenan muchas de las poblaciones que conforman la red de Ciudades AVE. El tren de alta velocidad es la mejor forma de descubrirlas y hacer turismo cercano, fácil, sostenible y sin sobresaltos. Una excusa para celebrar la primavera disfrutando de las terrazas y el buen tiempo o degustando torrijas, recreándose en el aroma del azahar entremezclado con el incienso o deleitándose con melodías barrocas que nos hacen viajar en el tiempo.
Este es un Top Ten con algunas de las mejores Semanas Santas y consejos para escaparse a todas ellas. Declaradas de Interés Turístico Internacional, merecen hacer las maletas y reservar con suficiente antelación billetes, alojamiento y experiencias en un solo click en la web de Ciudades Ave ( www.aveexperience.es )
Córdoba. Sus 37 hermandades recorrerán su casco histórico, que es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Algunas de sus tallas más veneradas son El Rescatado, el Cristo del Remedio de Ánimas, Nuestra Señora de la Paz y la Esperanza, Nuestra Señora de las Angustias, El Esparraguero o La Virgen de los Dolores. ¿Dónde alojarse? El Eurostars Palace es un hotel muy céntrico perfecto para disfrutarlas.
Granada. Es una de las más jóvenes Semanas Santas de Andalucía ya que durante el siglo XX tiene su edad dorada (aunque hay antecedentes en el XVI y XVII). Sus procesiones pueden presumir de una escenografía de ensueño con un legado que nos habla de siglos de historia y el paso de diferentes civilizaciones a través de los siglos.
León. Atestigua bien la sobriedad y respeto de las celebraciones pasionales castellanas. En este caso se junta el interés patrimonial imaginero con tallas de Juan de Juni o Gregorio Fernandez (como en el caso de Valladolid) pero también de Luisa Roldán. Fue conocida como “La Roldana” y es uno de los escasos casos de mujeres tallistas en el barroco de finales del XVI y principios del XVII. Su Parador, para hospedarse, se encuentra en el histórico Convento de San Marcos con su característica fachada que es una de las mejores piezas del plateresco español.
Málaga. Los enormes tronos característicos de esta ciudad volverán a circular por las amplias avenidas de la ciudad costera andaluza. Se caracterizan por ser de grandes dimensiones y son cargados a hombros, a diferencia de la mayoría del resto de capitales cercanas, donde son portadas por costaleros que van bajo el paso. Esta escapada permite una combinación con planes de playa en la propia Málaga o en la Costa del Sol. El Vincci Selección Posada del Patio es el perfecto centro de operaciones.
Segovia. Otra de las más conocidas de Castilla y que se desarrolla en entornos únicos. Un buen ejemplo es la procesión del Santo Entierro del Viernes Santo, que comienza en el barrio de Zamarramala y se dirige a la iglesia de la Veracruz (única en el mundo por su nave dodecadenal), en cuyas inmediaciones esperan los Caballeros de la Orden de Malta (propietarios de la histórica iglesia). El telón de fondo incluye el Alcazar, la muralla, la Catedral y la campiña segoviana. Desde el hotel Aurea Convento de Capuchinos se tiene un fácil acceso a la zona donde se desarrolla.
Sevilla. Desde la alegría de las cofradías de barrio hasta el luto de las más históricas del centro. Hasta 70 hermandades recorrerán las calles de la ciudad. El Gran Meliá Colon, junto a la Iglesia de la Magdalena, sede de hermandades señeras como La Quinta Agustia (Jueves Santo) o El Calvario (Madrugá), es un punto perfecto para vivirlas sin aglomeraciones.
Toledo. Son el espejo de la rica historia y cultura toledanas. Un buen ejemplo es la procesión de caballeros y damas mozárabes, las que se fundaron en los siglos XVI, XVII y XVIII o las que han creado este mismo siglo lo que acredita ser una Semana Santa viva. Su Parador cuenta con espectaculares panorámicas a la ciudad sobre todo desde su piscina.
Valladolid. Se caracteriza por la importancia de las tallas de Juan de Juni y Gregorio Fernandez (máximo representante de la escultura barroca). Muchos de estos pasos se pueden disfrutar todo el año en el Museo Nacional de Escultura por lo que verlos por las calles es un hecho insólito y singular. Esta vez lo de “verdadero museo en las calles” no es un tópico manido.
Zaragoza. Cuenta con más de 700 años de historia, 53 procesiones y más de 16.000 cofrades. Es llamativa, peculiar y diferente sobre todo por su sonido. Son más de 4.000 bombos y tambores los que acompañan los pasos y procesiones por toda la ciudad. Un vibrar propio y singular conocido incluso fuera de nuestras fronteras.
Zamora. Es una de las Semanas Santas más antiguas de España con documentaciones fechadas en el 1273. Está declarada además como BIC (Bien de Interés Cultural) por el Ministerio de Cultura y aspira a ser Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO. Cuenta con un museo especializado abierto todo el año.