Quito, la puerta de entrada a Ecuador

La capital ecuatoriana invita a descubrir una metrópoli que alberga dos ciudades en una. La zona histórica, donde la arquitectura se mantiene intacta desde el final de la época colonial, y la ciudad nueva, con modernos edificios de oficinas y negocios.

El centro histórico de la ciudad es el más grande y mejor preservado del continente, por ello Quito fue la primera capital del mundo en ser declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, en 1978. Entre las iglesias, templos y conventos aguardan joyas arquitectónicas con innumerables obras de arte, como La Basílica, San Francisco, San Agustín, La Merced, entre otros.

Nada como el TelefériQo de Quito para tener una vista panorámica de la ciudad. El paseo parte de las faldas del Rucu Pichincha donde se encuentran tiendas, restaurantes y centros de arte; al final de la línea, en Cruz Loma, una serie de senderos y miradores impresionan a los visitantes con una espectacular vista de pájaro de los valles circundantes y los picos nevados, hasta la cordillera oriental.

Otro punto de visita obligada es la Mitad del Mundo, ubicado a 20 minutos de la capital, donde se marca el paso de la línea ecuatorial a través del país y se puede disfrutar de amplias opciones culturales, artísticas, gastronómicas y para los visitantes.

Además de la vasta oferta cultural, la Capital del Centro del Mundo alberga infinidad de tesoros naturales como la Reserva del Chocón Andino, el volcán Antisana, y la reserva Ecológica Cayambe-Coca, espacios ideales para la práctica del ecoturismo.

La gastronomía de Quito también tiene renombre internacional, los saberes y sabores ancestrales se mezclan con propuestas innovadoras que conquistan paladares. Los alojamientos, desde hoteles para viajes de negocios a hoteles boutique, completan la oferta turística.