Revista Hosteltur Tomando la temperatura a los mercados emisores
La industria turística está aprendiendo por las malas que el camino de la recuperación no es una autopista sino que más bien parece una pista forestal cuesta arriba, con curvas traicioneras y pasos estrechos que obligan a adaptarse al terreno en cada momento. Con suerte, la demanda de viajes a nivel global se habrá recuperado en 2024, pero mientras tanto, el sector no solo tendrá que lidiar con el virus y sus variantes, sino también con los efectos colaterales -crisis de suministros, energética, etc.-, y otros “cisnes negros” como la guerra en Ucrania.