
Quizá nuestros lectores habrán observado que, desde hace unos meses, la frase que durante más de una década encabezó nuestra portada, “Comunicación para el Turismo del Futuro” ha sido sustituida por “Comunicación para la Economía del Turismo”.
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Quizá nuestros lectores habrán observado que, desde hace unos meses, la frase que durante más de una década encabezó nuestra portada, “Comunicación para el Turismo del Futuro” ha sido sustituida por “Comunicación para la Economía del Turismo”.
Mirando las cosas con perspectiva, la industria turística está habituada a lidiar con crisis de tipo tipo: atentados terroristas, recesiones económicas, catástrofes… Así que, a primera vista, no parece que la salida del Reino Unido de la Unión Europea, proceso que irá precedido de dos años de negociaciones, vaya a suponer una tragedia para el sector.
España va camino de superar la barrera de los 70 millones de turistas extranjeros al cierre de 2016 pero en la mayoría de destinos ese crecimiento en la llegada de viajeros (+11% de enero a julio) no viene acompañado de una mayor rentabilidad económica y social.
Al menos el 80% de las empresas europeas ha sufrido como mínimo un incidente que ha amenazado su ciberseguridad en el último año y este tipo de ataques registrados en todos los sectores de actividad económica aumentaron un 38% en todo el mundo el año pasado. Son datos ofrecidos por la Comisión Europea, preocupada ante una creciente amenaza que puede frenar la confianza en la economía digital, clave para el sector turístico.
Justo ahora hace dos siglos, en 1816, tuvo lugar en Inglaterra una revuelta contra las máquinas. En los albores de la Revolución Industrial, decenas de fábricas por todo el país fueron atacadas y sus modernos telares, destruidos por los luditas, trabajadores que protestaban contra los modernos mecanismos de hilar impulsados por vapor, que destruían sus empleos.
Como actividad económica que genera el 10% del PIB mundial, el turismo es un sector que cada vez más atrae el interés de nuevos actores: capital riesgo, family offices, start-ups de Silicon Valley, particulares que operan bajo el paraguas de la economía compartida... Y todo ello ha generado cierta sensación de caos en un sector que tradicionalmente era “sota, caballo y rey” pero que hoy en día se ha vuelto mucho más sofisticado y complejo de gestionar.
Durante décadas el turismo familiar ha sido considerado por buena parte de la industria y los destinos como un todo homogéneo donde no se veía necesario aplicar estrategias de diferenciación, diseño de nuevos productos, promoción específica, etc. De ahí que, según reconocen los expertos, el turismo familiar es “un segmento maduro en demanda pero emergente en oferta”. Estamos hablando de un mercado que genera 16.600 millones de euros al año (gasto turístico de las familias españolas dentro del país) y que representa el 22% de las llegadas de turistas extranjeros.
Una macrotendencia global está revitalizando como nunca a la industria turística y aunque está relacionada con la comida no estamos hablando exactamente de “turismo gastronómico”. Porque no se trata tanto de atraer a un turista “foodie” o “gourmet”, sino de dirigirse en realidad a grandes volúmenes de viajeros transmitiéndoles sensaciones, historias y emociones a través de lo que huelen, ven, degustan, tocan y experimentan.
Un hecho que marcó la diferencia entre un 2014 bueno y un 2015 mejor para la industria turística española fue la recuperación sólida de la demanda nacional. Así, el repunte en las ventas se ha acelerado en los últimos doce meses. Se estima que el mercado nacional representa de promedio el 50% de las ventas para el conjunto del sector turístico español. De ahí que el período 2008-2013 fuera especialmente difícil para aquellas empresas y destinos con una alta dependencia de la demanda doméstica.
“Si se pudieran dar cuenta, la mayoría de los hombres verían que, en diferente grado, en un momento u otro de sus vidas comparten conmigo estos sentimientos que experimento hacia el Océano”. Tomando como inspiración a los audaces marineros y barcos balleneros que el novelista Herman Melville retrató en “Mobby Dick”, hemos afrontado en esta revista cómo se presenta el año 2016 para los profesionales y empresas turísticas que zarpan con rumbo a nuevas aventuras y mares por explorar.