
En 2022, tercer año de la pandemia global del coronavirus y primer año de la guerra en Ucrania, la industria turística española volvió a demostrar por qué es una de las más resilientes y competitivas del mundo. Y es que una vez se fueron levantando las restricciones a los viajes en los principales mercados emisores durante el primer semestre, la temporada alta de verano se cerró con resultados tan sorprendentes como positivos.