Aumenta el consumo en Argentina pero el rubro turismo se contrae

Según la consultora Ecolatina, la compra de electrodomésticos aumentó un 19,2% en el primer semestre y lo mismo ocurrió con las ventas en shoppings y los patentamientos de vehículos (ambos un crecimiento del 12%). Explican que la compra de estos bienes durables “se ve impulsada por la falta de alternativas rentables de inversión frente a una inflación del 25%, y la imposibilidad de adquirir divisas para atesoramiento”.

Por otra parte, agregan que el turismo interno y la compraventa de inmuebles “no lograron acompañar la recuperación del consumo”, sufriendo un caída del 4% en el primer  caso y del 32,6% en el segundo, en base a datos recogidos del INDEC, CAME, Colegio de Escribanos de Buenos Aires, entre otros.

Analizando el rubro de viajes, Ecolatina señala que dentro de Argentina la cantidad de tursitas se contrajo un 3,9% entre enero y julio, sobre todo por la magra llegada de turistas internacionales (-9,4% en los primeros siete meses del año), provocando “una contracción de la actividad del sector hotelero”.

En detalle, agrega que a la baja de turismo internacional se suma “un descenso de los viajeros residentes (-2,4% i.a. acumulado) que se explica en parte porque los argentinos han reemplazado las vacaciones en el país por destinos en el exterior”. En ese sentido, recuerdan que el emisivo aumentó un 5,4% en ese período.

Si bien la consultora resalta que “para lo que queda del año, el consumo mantendría cierto dinamismo gracias a que la reciente ampliación del mínimo no imponible y el ajuste de los topes máximos de facturación del monotributo tendrán pleno efecto en el último trimestre de 2013”, agregan que “el próximo año plantea incertidumbre”.

“Una vez pasado octubre (elecciones legislativas), es de esperar que el Ejecutivo modere el gasto fiscal” y que, “en la medida que la inflación persista elevada, la suba de precios va a comenzar a recuperar el terreno cedido en la carrera frente a los salarios”.

Frente a este panorama, Ecolatina concluye advirtiendo que “es probable que el consumo entre nuevamente en una dinámica de virtual estancamiento, como sucedió a mediados de 2012”.