Ciudad de México pionera en Latinoamérica en regular servicios como Uber

Según detallan en la web del gobierno local, la aportación del 1,5% del costo de cada viaje no impactará en el cobro al usuario e irá destinado a un “Fondo para el Taxi, la Movilidad y el Peatón, cuyos recursos no ingresarán a la Tesorería sino que se destinarán a mejoras al servicio de taxis y de las plataformas mismas”.

A su vez, se establece que los vehículos utilizados, “deberán contar con: calcomanía ‘cero’; cuatro puertas; aire acondicionado; cinturones de seguridad funcionando para todos los pasajeros, bolsas de aire delanteras, radio y portar identificación en el interior del vehículo que al efecto determine la Semovi en lugar visible”, además “el precio de los vehículos deberá ser de al menos 200 mil pesos (US$ 12.655) de acuerdo al costo de factura de origen”.

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El esquema de regulación que entrará en vigencia en agosto y que responde al principio de “piso parejo” también dispone que “no se permitirá a los vehículos amparados por los permisos de las empresas: recibir pagos en efectivo; el subarrendamiento de vehículos concesionados; recibir pago mediante tarjetas prepagadas no bancarias, ni sistemas de pago en tiendas de conveniencia mediante monedero electrónico; hacer base o sitio a los vehículos ni uso indebido de la vía pública”.

La información publicada por Reuters, en base a declaraciones de un funcionario del gobierno, agrega que cada vehículo necesitará un permiso anual de 1.599 pesos (US$ 101) y no se impone un límite al número de autos que estas empresas de transporte podrán desplegar en la ciudad.

Conocida la normativa, Uber agradeció en su web por la sanción de una “regulación histórica” para la empresa y otros servicios de transporte privado solicitados mediante aplicaciones, y resaltó que “el DF se convierte en la ciudad más grande del mundo en aprobar una regulación de vanguardia para plataformas como Uber” y en “pionera en reconocer en una ley que la oferta debe responder directamente a la demanda y a la libertad de elección de los consumidores”.

Uber comenzó a operar en Ciudad de México en 2013 y, al igual que en otras partes del mundo, ha despertado el malestar de los taxistas al considerarlo un servicio ilegal. De hecho, en mayo de este año, la asociación Taxistas Organizados de la Ciudad de México (TOCDMX) se movilizó exigiendo que el gobierno regule estas aplicaciones y plataformas. (Ver: Uber responde con viajes gratis a las protestas de los taxistas de Ciudad de México)