Argentina busca consolidar su crecimiento turístico mirando a mercados lejanos

"Nuestra intención es sostener una actividad que se ha posicionado, de dos millones de turistas en 2003 hemos pasado a seis anuales. Queremos mantener este volumen e incrementarlo poco a poco", explicó el ministro a Efe en el stand expositor del país. Para ello, el Gobierno ha mejorado la conectividad y las rutas terrestres, en especial las autopistas, lo que "trajo aparejado crecimiento económico y nuevos destinos".

Meyer apuntó que Argentina cuenta con visitantes consolidados, de países como Brasil, Estados Unidos o Europa, pero agregó que ahora se dirigen a "mercados lejanos". "Nos interesan países como China que llegan con negocios y turismo corporativo", precisó.

Otro mercado de visitas que ha crecido en los últimos años es el turco, gracias a la disponibilidad de un vuelo diario desde Estambul hasta Buenos Aires.

La llegada de nuevas aerolíneas al país, que ya contaba con buenas conexiones con Latinoamérica, Estados Unidos y Europa ha sido clave para la diversificación de los visitantes.

El ministro argentino se refirió a la capital Buenos Aires como el destino preferido por los visitantes, una ciudad que calificó como "un conglomerado entre París y Madrid, un lugar donde disfrutar de la gastronomía con mucha vida nocturna y cientos de actividades culturales". Y destacó que "el 85 % de los turistas que llegan a nuestro país hacen estadía en Buenos Aires".

Asimismo, resaltó el elevado nivel de la gastronomía y la variedad en las distintas regiones del país, entre ellas, "la comida andina, la patagónica y la procedente de la zona de Mendoza". "De hecho, hay ciudades que no eran turísticas como Formosa y ahora se están dando a conocer porque sirven carne de caimán yacaré", aclaró Meyer.

En el desarrollo de estas áreas ha sido clave la inversión financiera, tanto extranjera como local, que ha crecido "un 947 % en los últimos diez años".

La WTM, una de las ferias turísticas más importante del mundo, se celebra hasta mañana en el pabellón de exposiciones Excel, a orillas del río Támesis en el este de Londres.