Circuitos "envejecidos" perjudican a cruceros en Sudamérica
Publicada 02/11/16
Sudamérica requiere nuevos destinos y una modernización de sus circuitos de cruceros para recuperar el atractivo tanto para las compañías como para los pasajeros. Esto implica el desarrollo de infraestructura, planificación y un compromiso de trabajo entre gobiernos y empresas privadas, según coincidieron los representantes de compañías navieras y autoridades en el IV Encuentro Regional de Cruceros desarrollado en Punta del Este.
“Tenemos itinerarios muy similares hace mucho tiempo, es necesario incorporar nuevos destinos a la oferta, teniendo en cuenta que el 60% de los pasajeros repite la experiencia de viajar en crucero”, destacó Javier Massignani, director ejecutivo de MSC en Argentina, durante el IV Encuentro Regional de Cruceros.
En un panel que incluyó también a las compañías Costa Cruceros y Royal Caribbean, Massignani dijo que se necesita generar condiciones “a largo plazo” para la industria.
El mercado sudamericano bajó 31% entre 2016 y 2017, indicó Dario Rustico, director general de Ventas y Marketing de Costa Cruceros para América del Sur.
“Es necesario mejorar la accesibilidad al producto, inventar nuevos itinerarios porque la distribución está polarizada en pocas ciudades, y aplicar otras herramientas y técnicas de marketing”, indicó Rustico. Como informó HOSTELTUR LATAM, el representante de Costa propuso crear un equipo de desarrollo a nivel regional, de circuitos, en el que participen las compañías de cruceros, gobiernos, autoridades portuarias y asociaciones turísticas. Ver: Países del Cono Sur se unen para frenar caída de cruceros
Según el ejecutivo, los costos en Sudamérica no permiten operar sólo por temporadas cortas, de tres meses: “Necesitamos más puertos y más infraestructura; tenemos un problema grande de costos, las operaciones son caras y falta una visión de desarrollo a nivel regional”.
El chileno Sebastián Montero, presidente de Andes Consultores y de la Corporación de Puertos del Cono Sur, hizo hincapié en que el 98% de los pasajeros toma un crucero regional y el 90% son viajes de siete días o menos. Por esa razón propuso que las rutas que se generen sean de entre seis y ocho días, teniendo en cuenta la infraestructura regional y las distancias.
Benjamín Liberoff, subsecretario de Turismo de Uruguay, coincidió en que los itinerarios están “envejecidos” y que para mejorar e innovar es necesario el esfuerzo colectivo.
Marco Ferraz, presidente de CLIA Abremar, dijo que en Brasil las compañías están buscando nuevos destinos para ofrecer más opciones de itinerarios. Florianópolis y Camboriú son los más atractivos para las rutas del sur, ya que están entre Santos y las escalas habituales del circuito Punta del Este –Montevideo-Buenos Aires. Morro de Sao Paulo (Bahia), Vitoria y Barra Grande son otros nuevos destinos en la costa brasileña.
“Sudamérica tiene que estar presente en el top of mind del management, que los tomadores de decisiones lo tengan en mente. Hay mercados enormes que tenemos que abrir y aprovechar las oportunidades. Para ello es necesario conocer el mundo y saber qué están haciendo los competidores, otros países, otras regiones”, apuntó el representante de Costa Cruceros.
“La gente quiere venir a Sudamérica, conoce los países, se habla de ellos. Tenemos la ventaja de la contraestación respecto a los mercados más importantes, el clima es bueno, y el número de pasajeros que elige cruceros como forma de vacaciones se ha consolidado”, destacó Rustico.
Sin embargo señaló como debilidades que “la situación política y económica dificulta los planes a largo plazo; estamos terminando ahora la programación 2019-2020, tenemos que saber dónde poner los barcos y dar confianza a los inversores”.
Massignani, de MSC Cruceros, agregó que los puertos deben ir adaptándose a la tendencia dominante que lleva a barcos de mayor porte. El verano pasado MSC experimentó con un barco de su clase Fantasía, el Splendida, de 333 metros de eslora, para 4.000 pasajeros, probando la factibilidad. “Nos permitió entender esa necesidad estructural” y fue un desafío. En particular para la operativa en el puerto de Buenos Aires, dijo, destacando la buena disposición de las autoridades.
Hoy los barcos que operan en la región tienen un promedio de 270 a 300 metros de eslora, y de 2.700 a 3.000 pasajeros.
Para la operación regular de barcos mayores “precisamos el apoyo de las autoridades”. El aumento de capacidad permitiría dar un salto de al menos 30% en la cantidad de huéspedes, aun manteniendo el mismo número de barcos y escalas. Puede ser más. Los barcos de MSC de la clase Seaside llevan 5.200 huéspedes y 5.700 los de la clase Meraviglia.
“Las oportunidades están, nosotros queremos crecer, incrementar recaladas y huéspedes; como toda oportunidad hay que ir a buscarla”, destacó el ejecutivo de MSC.
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