Alojamiento ilegal o irregular, pero no “economía colaborativa”
Actores públicos y privados redefinen las características de los sitios P2P intermediados
Publicada 05/04/16Uruguay/ La mayoría de las plataformas y webs que funcionan en el sector turismo como amigables sitios de intercambio entre particulares –caso Airbnb, Homeaway y otras- no forman parte de la economía colaborativa porque lo que hacen es intermediación tarifada, lo mismo que una agencia online. Así lo definieron la mayoría de los expositores en la primera jornada de la “Reunión Iberoamericana de la OMT sobre economía colaborativa en el alojamiento turístico”.
Representantes de asociaciones de hoteles, expertos iberoamericanos en turismo y funcionarios públicos de diversos países coincidieron, en la primera jornada del foro que se desarrolla en Montevideo, sobre la necesidad de reglamentar el mundo de la intermediación online en el alojamiento turístico, y dejar de llamar “economía colaborativa” a algo que no lo es, ya que trabaja con fines de lucro y no con objetivos solidarios.
Oferta irregular o ilegal, o economía sumergida, fueron propuestos como términos más justos para definir a esta forma de comercialización que se encuentra fuera de las reglas que rigen al mercado formal.
Los organizadores de la “Primera Reunión Iberoamericana de la OMT sobre economía colaborativa en el alojamiento turístico” habían anunciado la presencia de representantes regionales de Airbnb y Booking.com en una de las mesas del foro. Airbnb, creada en 2011, es una plataforma que ofrece en alquiler casas y apartamentos particulares en múltiples destinos, administradas por sus propietarios. Booking.com es la agencia de viajes online con mayor inventario en el mundo y es líder en casi todos los mercados en los que opera.
Sin embargo, en la primera jornada, los asistentes notaron en el programa que estas dos empresas no estarían representadas en el panel de “Buenas prácticas en la interacción entre los distintos actores del sector del alojamiento”. Uno de los organizadores dijo a HOSTELTUR que estas compañías todavía dudan en partipar en actividades de este tipo y no tienen claro cómo manejar su exposición pública.
Es entendible, si se tiene en cuenta que la mayoría de los expositores en la conferencia criticó duramente a Airbnb por sus prácticas de “competencia desleal” frente al alojamiento formal.
“Era como venir a meterse en la boca del lobo”, consideró en privado uno de los expositores.
Entre los críticos de los alojamientos turísticos no regulados y la intermediación, tal vez el más firme fue el portugués Carlos Torres, un académico que consideró que “estas start-ups ultracompetitivas” son “lo peor que hay del capitalismo” y su forma de operar constituye “la negación del Estado de Derecho”.
El español Jesús Gatell, hotelero y docente universitario –representante de la Cámara de Comercio e Industria de Madrid- abrió su alocución indicando que “esto no es colaborativo”.
“Vienen diciendo que favorecen los contactos entre pares y esto no es verdad, porque le cobran comisión a las dos partes; huéspedes y anfitriones”, señaló. Las comisiones a los huéspedes son de entre 6% y 12% de la tarifa, mientras que los propietarios pagan 3%.
También Graciela Fresno, vicepresidenta de la FEHGRA de Argentina, fue enfática en que si bien es un nuevo modelo de negocio, las webs colaborativas hacen lo mismo que las agencias online. “Despegar o Booking pueden ofrecer alojamiento en hoteles o en viviendas informales, las webs colaborativas le ofrecen al propietario lo mismo que al hotelero, le ofrecen al huésped lo mismo que al huésped de un hotel, como modelo de negocio es igual que las webs que comercializan formalmente”, sostuvo.
Jordi Busquets, presidente de la Asociación Internacional de Hoteles y Restaurantes (IH&RA), uno de los principales impulsores de la conferencia, dijo que “lo que los jóvenes llaman compartir, las generaciones mayores lo llaman fraude”, y argumentó contra los conceptos de economía solidaria o colaborativa aplicados a las plataformas de alojamiento turístico. “Hay grupos corporativos que aprovechan los vacíos legales locales y globales, el 90% de alojamientos P2P están intermediados”, afirmó.
Señaló que la “disrupción online” causada por esta nueva forma de comercialización se trata de “un negocio basado en figuras jurídicas para otros fines”.
Busquets destacó que el objetivo del congreso es comenzar a trazar acuerdos regionales e internacionales para la regulación y el control del alojamiento turístico informal –“porque son sujetos que están fuera del sistema formal”- porque es una práctica desleal que está erosionando a la hotelería formalmente establecida.
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