Alquileres informales restan 10 puntos de ocupación a hoteles de Colombia

En Colombia no tenemos una medición de impacto económico, pero creemos que si no estuvieran trabajando de esta forma los alojamientos ilegales los hoteles, que en 2015 tuvieron una ocupación promedio de 55%, podrían tener 10 puntos más de ocupación, y con mejores tarifas. Así estimó el efecto de los alquileres informales en su mercado el presidente de Cotelco, Gustavo Toro, uno de los expositores en la “Primera Reunión Iberoamericana de la OMT sobre economía colaborativa en el alojamiento turístico”.

Toro dijo a HOSTELTUR que “en el caso de Santa Marta, que es una ciudad turística muy importante, hemos identificado 4.000 alojamientos informales que hacen un enorme peso en la hotelería formal”.

“Realmente el impacto en la economía es muy fuerte y a su efecto en la hotelería se suma la evasión de los impuestos, y lo que el Estado y las ciudades se privan de recaudar también es significativo”, indicó el ejecutivo.

Gustavo Toro, presidente ejecutivo de Cotelco (Colombia).

Los propios edificios de apartamentos, señaló, no están diseñados para recibir este tipo de ocupación: “viviendas familiares en las que se alojan 10 o 12 personas, con efectos en la red de alcantarillado, en el consumo energético, el propio uso de los edificios; ha habido casos de sobrecarga en destinos turísticos que se quedaron sin agua y sin luz por esta causa”.

También mencionó el impacto sobre el destino: “en el caso de la seguridad, hemos tenido problemas con visitantes que tienen comportamientos que alteran la tranquilidad en edificios residenciales, y eso genera mucho choque entre la gente que vive en un edificio y quienes llegan como turistas”.

“Se supone que no estaría autorizado el arrendamiento a turistas si no existe una reglamentación sobre ese particular y si la propia reglamentación de copropiedad no lo prevé; pero nada de eso se cumple”, advirtió.

Como indicaba Toro, “lo primero es dejar en claro que esto no es economía colaborativa, habrá que buscarle un nombre para denominarla, pero este tipo de alojamiento le está haciendo un enorme daño a la hotelería, y este foro tenía como objetivo mirar a nivel de Iberoamérica, ver en qué podemos trabajar juntos para lograr que nuestros gobiernos regulen la materia”.

El hotelero colombiano reafirmó que se requiere un control y fiscalización “y el Estado no tiene músculo suficiente para ejercer ese control”.

En la hotelería, que requiere fuertes inversiones y la capitalización es a largo plazo, “no se frena la inversión pero sí se desmotiva o se resta interés”, apuntó.

“Puede hacer mella en inversiones que son cuantiosas, y desmotiva porque se puede interpretar que el Estado no tiene un compromiso con las empresas que hacen las cosas bien frente a otras que no pagan sus impuestos, en ese sentido el mensaje es que es mejor no ser formal porque nadie lo inspecciona, no paga impuestos, en cambio a los empresarios formales les cae el peso de las autoridades, las inspecciones”, dijo a HOSTELTUR.