Alquiler turístico informal: la sombra negra
Publicada 05/11/17
Los números asustan. Con 4 millones de viviendas en 191 países, Airbnb supera en inventario a las cuatro hoteleras más importantes del mundo: Marriott, Hilton, InterContinental (IHG) y Wyndham suman casi 3,3 millones de habitaciones.El crecimiento del alquiler organizado de viviendas con fines turísticos, que trastorna el mercado y la comercialización hotelera y compromete a las autoridades a buscar soluciones, es abordado en la revista especial FIT 2017 de HOSTELTUR LATAM.
La oferta de la plataforma de alquiler turístico crece a dos y tres dígitos en la mayoría de los destinos. Y los gobiernos poco han hecho –o podido hacer- para regular este sistema de intermediación que compite directamente con las empresas turísticas formales.
Airbnb no es el único jugador, aunque sí es el que tiene mayor presencia en los países latinoamericanos. Como Uber en el transporte o Netflix en el mercado audiovisual. En algunos países, ciudades y distritos de la región las autoridades han llegado a “acuerdos” con Airbnb para tributar al fisco.
Son acuerdos, y no imposiciones. Acuerdos parciales, exclusivamente económicos, que pretenden mitigar la percepción de “competencia desleal”. Esto no es suficiente porque eluden otros grandes temas.
Los hoteles tienen múltiples tasas y controles: seguridad edilicia, inspección de bomberos, potabilidad del agua, calidad del saneamiento, condiciones laborales del personal, aportes previsionales.
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