Clima inversor optimista en Argentina para los próximos cuatro años
Publicada 09/12/15
Los últimos días de noviembre el Grupo de Expertos de inverTUR, compuesto bancos, hoteleros, referentes públicos y privados y consultores –entre otros- respondieron una encuesta sobre las perspectivas que ven para los próximos cuatro años en materia de inversiones en Argentina: el 90% se muestra optimista.
El Índice inverTUR, que se difunde cada tres meses y busca presentar el Clima de Inversiones en Turismo en Argentina “con el fin de generar información sobre la evolución del negocio de desarrollo e inversiones para la toma de decisiones”, muestra que hasta el 2019 hay un sector confiado en revertir la situación actual.
El 69% considera que las perspectivas para invertir en los próximos cuatro años van a ser mejores que las actuales y un 21% mucho mejor. Apenas un 5% cree que todo estará “mucho peor”.
Los consultados ven oportunidades principalmente en la infraestructura, transporte y rutas, apareciendo en segundo lugar la conectividad interna y con países vecinos para facilidad, de esa forma, el movimiento turístico. También creen que invertir en el posicionamiento turístico del país es una buena opción, puesto que eso provocará un “crecimiento continuo” de la demanda.
Y ven un gran potencial en hoteles del segmento medio y económico en destinos emergentes del interior del país, como así también en la construcción de hoteles de convenciones en centros urbanos, puesto que con las inversiones y nuevas empresas llegan viajeros corporativos.
Los empresarios, inversores y consultores coincidieron en que los principales desafíos en Argentina son facilitar el acceso al financiamiento, impulsar incentivos fiscales y establecer reglas de juego claras que permitan previsibilidad y seguridad jurídica. Esto último ya había sido planteado en el foro de inversiones que tuvo lugar en octubre en Buenos Aires. (Ver: Cadenas e inversores hoteleros de Argentina piden dólar único y competitivo)
Además de estos tres puntos, plantearon que se necesita mejorar la competitividad, que hoy pende de un hilo por “los altos costos laborales, la inflación, las trabas a las importaciones y la presión tributaria”, y abrir el mercado generando “mejor clima de negocios” de la mano de una macroeconomía estable y una recomposición del tipo de cambio.
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