Presupuesto de promoción turística en Bolivia crece 2000% en dos años

Pese al crecimiento del 17%, por encima de la media sudamericana, el funcionario del gobierno de Evo Morales reconoció que en materia de calidad turística todavía están “limitados” y por esa razón intercambian experiencias con Argentina.

¿Cómo termina el año Bolivia en materia turística?

Ha habido muchísimos avances en los últimos 18 meses en la actividad turística, se han empezado a hacer estadísticas, se ha generado una ley, de año a año aumentó casi 17,5% el flujo de turismo receptivo, también se ha incrementado el turismo interno en 8%, no tanto como quisiéramos pero las expectativas son buenas.

¿Por qué en los últimos 18 meses cambio tanto la situación?

Lo que pasa es que anteriormente el estado boliviano no trabajaba en turismo. El esfuerzo partía del empresario privado que loablemente hacia el trabajo de difundir su producto, de posicionarlo en el mercado, pero no había un aporte del estado desde ninguno de los niveles, ni nacional, ni departamental, ni municipal. Recién hace 18 meses aprobamos una nueva ley general de turismo que define y le da roles al estado y se ve un efecto realmente importante.

¿Se ha incrementado la partida presupuestaria para el desarrollo del sector?

Si, pero no solamente en términos presupuestario se nota el cambio, sino en las acciones y desarrollos que hacen cada uno de los entes territoriales en pro de posicionar su marca en el caso de un destino. Eso es un camino que no existía. Además se han hecho inversiones históricas, un millón de dólares de inversión en promoción turística es poco, quizás nada a nivel internacional, pero para Bolivia fue impresionante, porque hace dos años invertíamos menos de 50.000 dólares anuales. Esos giros nos dan esperanza de poder seguir colocándonos en este mercado tan competitivo.

Marko Machicao, Viceministro de Turismo de Bolivia.

En siete años Bolivia duplicó la llegada de extranjeros lo cual habla de una mejor imagen internacional

Sin embargo Bolivia hoy por hoy no es un destino conocido a nivel Latinoamérica y a nivel mundial mucho menos, pero se han hecho pequeños esfuerzos para posicionarnos, para mostrarnos: participar de ferias, pauta internacional, internet, pero siguen siendo esfuerzos pequeños en comparación con el resto del mundo. La idea es continuar este crecimiento, tampoco queremos ser un destino de masas, un destino que de pronto sea insostenible. Buscamos mantener la sustentabilidad como política de estado dentro de la actividad turística y poder atraer un flujo de turistas que aporte más activamente a la economía.

¿Actualmente qué cantidad de dinero aporta el turismo?

Son unos 1.000 millones de dólares los que aporta el turismo receptivo y una cifra muy similar en lo que es turismo interno. Representa el 3,5% del PBI nacional y es la cuarta industria más fuerte. No estamos mal en términos comparativos, no obstante todos estos recursos se generan por un flujo turístico que en general es de bajo gasto y eso se da por la calidad de servicios también.

¿El país no cuenta con una oferta de calidad?

Bolivia es un destino que en término de calidad y diversificación de producto todavía es muy limitado, muy nuevo en esta industria. Lo que estamos buscando es generar más diversificación, más especialización y esperar que en los próximos 5 o 10 años ya tengamos un flujo más enfocado al turismo de nichos, un coleccionista de destinos; que varíe un poco ese segmento de turismo multitemático que busca hacer todo lo que puede por el menor precio posible.

¿Una de las razones de su presencia en Bariloche es tomar ideas sobre Calidad Turística y llevarlas a Bolivia?

Yo me encargo de todo lo que es la política general del turismo de Bolivia, estamos hace 7 meses  resolviendo el Plan Nacional de Turismo que tiene un componente muy fuerte en lo que es el tema de calidad y generar normativas para mejorar y superar los servicios que actualmente tenemos. Es un poco aprender lecciones, conocer lo que ha hecho Argentina. En un trabajo previo con UNASUR quedamos en empezar a intercambiar estas experiencias para que los países que no tenemos mayor know how en esto podamos adaptarnos. Estamos encaminados, el gobierno argentino y el gobierno de Bolivia empezamos un trabajo conjunto para implementar sistemas como los que se han hecho aquí pero adaptados, y así mejorar las prestaciones en Bolivia.

Volviendo al tema del posicionamiento, eventos deportivos como el Dakar son fundamentales para la promoción turística del país

El Dakar es nuestra apuesta. Desde el lado del turismo me parece una gran oportunidad para visibilizarnos, para aparecer en el mapa y decir: “aquí estamos, esto tenemos y aquí los recibimos”. Así que sin lugar a dudas es una herramienta que la vamos a utilizar de la mejor manera en la promoción turística.

¿Qué cantidad de personas esperan?

Estimamos que en los municipios donde va a estar la competencia habrá unas 60.000 personas. Calculamos que más del 85% serán bolivianas y bolivianos que hayan llegado por primera vez a conocer, y el otro 15% extranjeros.

Por la baja capacidad hotelera se habilitaron albergues temporales para el Dakar

Uyuni es un municipio muy pequeño, que tiene una capacidad menor a las 3200 camas, entonces se han habilitado campamentos, albergues temporales, se está dotando de mayor capacidad de energía eléctrica, agua potable, saneamiento básico, obras que se quedan para el municipio y eso es algo que nos gusta muchísimo. Desde el turismo pedíamos que apoyen, que inviertan, que se hagan cosas en nuestra región y no pasaba nada hasta el Dakar. Para mí, este evento es un buen pretexto para el desarrollo de las inversiones turísticas.

La Paz está entre las 28 ciudades Maravillas del Mundo.

¿Se necesita infraestructura turística en Bolivia?

Hay lugares que si, depende la infraestructura que evaluemos. Si hablamos de hospedaje, restauración, todo lo que son servicios turísticos hay locaciones que los tienen: Santa Cruz, La Paz, Cochabamba, ciudades grandes o intermedias, pero las pequeñas no tienen infraestructura.

¿Qué sucede con el resto de los servicios?

Tenemos deficiencias en infraestructura básica, infraestructura caminera, telecomunicaciones. La mayor parte de nuestros destinos turísticos no están en el lado urbano, hay algunos que sí, pero suelen estar en áreas rurales donde no tenemos telefonía, internet, donde el acceso demora 14 o 15 horas porque la carretera no es ni siquiera de ripio. Pero en eso se avanzó muchísimo, en seis años se han construido más kilómetros cuadrados de carreteras asfaltadas que en toda la historia de Bolivia.

Además ha mejorado la infraestructura aeroportuaria

Se han desarrollado tres nuevas terminales aeroportuarias y Uyuni tiene un aeropuerto que en seis meses tendrá registro de internacional. Hay inversiones a través del financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo de más de 130 millones de dólares para mejorar los tres aeropuertos internacionales, otros 87 millones para mejorar y desarrollar las terminales intermedias. Todo este paragua de acciones definitivamente nos ayuda.

Como consecuencia de esto han llegado nuevas aerolíneas al país

Hace no más de seis meses empezó Air Europa a entrar en Bolivia, y eso significa una conexión directa con Europa, que la teníamos a través de Boliviana de Aviación pero una línea aérea más  incrementa y posibilita más flujo. Hemos cerrado con Copa Airlines y TACA que ya vuelan todos los días y antes lo hacían dos veces por semana. Hay un flujo mayor en término de aerolíneas, eso va en parte con la mejora de la infraestructura aeroportuaria.

Teniendo en cuenta los resultados de este año y que por primera vez el Dakar incluye a Bolivia, ¿qué expectativas tienen para el 2014?

Pensando en los crecimientos que hemos tenido en los últimos tres años: 16% en 2010 y en los últimos dos años del 17% y 17,5%,  que es muy por encima del promedio de la región y mundial, esperamos que esa tasa se mantenga. No queremos especular mucho ni ser ambiciosos, calculamos estar bordeando el 15% que era la previsión para este año y que ya la hemos superado. El Dakar esperamos que sea más un aliciente para el turismo interno más allá del receptivo y la apuesta es que después de la visibilidad del evento, en la temporada alta europea o asiática podamos tener un flujo mayor al que habitualmente tenemos.