Montevideo tiene el primer Museo del Cannabis de Sudamérica
Publicada 09/12/16
Uruguay/ En la noche del jueves fue inaugurado y desde este viernes, con la jornada de Museos en la Noche, permanecerá abierto al público el Museo del Cannabis de Montevideo, que será el primero a nivel continental, estimulado por la regulación legal del uso y el mercado de la marihuana que Uruguay emprendió en 2013.
Un nuevo y particular atractivo turístico y cultural se suma a Montevideo a las puertas de la temporada de verano: el Museo del Cannabis de Montevideo, dedicado a la historia y los usos de la planta de cannabis y el cáñamo.
Con un enfoque integral y movilizado por “el amor a la naturaleza y a la libertad” el ingeniero agrónomo Eduardo Blasina fue reuniendo elementos vinculados a una planta que, como él describe, ha sido usada por la humanidad durante 7.000 años antes de ser prohibida en los últimos 40 años. Una prohibición que ha sido rediscutida en los últimos años y en la que Uruguay, desde el gobierno anterior, ha sido pionero con la regulación del mercado, la autorización del autocultivo y los clubes de marihuana.
Esta normativa ha obtenido amplia visibilidad internacional y dotado a Uruguay de una imagen de país de “consumo liberado”. La postura estatal siempre ha sido de prudencia y cautela respecto al turismo canábico, insistiendo que la regulación del mercado sólo incluye a los residentes y no a los turistas o visitantes. Si bien no se ha puesto en práctica la venta al público de la marihuana de cultivo estatal, desde el gobierno se ha reiterado que los turistas no podrán comprar marihuana en las farmacias. El consumo, desde antes de esta normativa iniciada en 2013, ya no era penado.
En la noche del jueves el subsecretario de Turismo, Benjamín Liberoff, asistió a la inauguración del Museo, en el barrio Palermo de la capital uruguaya.
"En el proceso de la regulación del consumo, la producción y la distribución del cannabis este es un hecho racional y de educación respecto a lo que va a pasar. Es coherente con tratar de mostrar las alternativas que tiene, no sólo por lo que tradicionalmente lo conocemos, sino por los aspectos productivos que la planta puede tener. Hay que desmitificar algunas de esas cosas, sabiendo que el consumo de la droga es rechazado por el gobierno y por la sociedad uruguaya, y que de alguna manera hay que buscar alternativas para lo que es el tráfico ilegal", dijo liberoff a canal 10.
El planteo museístico recorre la historia industrial y cultural del cannabis y el cáñamo, sus usos y potencialidades medicinales y como alimento, la importancia en el desarrollo de la navegación (velas, cuerdas) y de la imprenta (Gutenberg uso papel de cáñamo para imprimir la primera Biblia).
Es que, como dijo Blasina a la revista Galería, “en general la gente se queda con la percepción del 5% del mundo del cannabis que es el porro, y se pierde el otro 95% que se compone de un montón de cosas”.
A la exposición se agrega un jardín en el que, además de plantas de cannabis, hay ejemplares de yerba mate, tabaco, cactus, pitanga, arazá, mburucuyá, ceibo, ombú y dos colonias de peyote.
También hay una cafetería y un gift shop donde se encuentra desde ropa hecha con cáñamo hasta fettuccinis de cannabis –sin efecto psicoactivo- libros y souvenirs. El equipo incluye al museólogo Miguel Coira y a Eduardo “Pincho” Casanova como coordinador. El museo tiene el respaldo del Marihuana & Hemp Museum de Amsterdam (Holanda) que envió dos baúles con material para exposición e información. La entrada cuesta $ 200 (US$ 7) para ciudadanos del Mercosur y $ 300 (US$ 10) para otras nacionalidades.
En la inauguración, los invitados especiales fueron al antropólogo uruguayo Daniel Vidart y su esposa Alicia Castilla, en cuyo nombre fue bautizada la sala principal del museo.
El vínculo de Vidart y Castilla fue muy bien descrito por el periodista Juan Sader en una nota del diario El País. “Alicia Castilla y Daniel Vidart, la activista y el antropólogo, se aman como quinceañeros y estudian y viven cosas que los quinceañeros solo sueñan con hacer. Castilla, argentina -tiene 70 años, es licenciada en Ciencias de la Educación y con estudios en psicoanálisis, publicó en 1997 Cultura Cannabis que vendió más de 30.000 ejemplares en siete ediciones- estuvo tres meses presa en Uruguay tras ser denunciada por tener 29 plantines y 24 gramos de marihuana. Vidart, una de las trayectorias académicas más respetadas del continente, tiene 95 años; es amigo y consejero del expresidente José Mujica y acaba de publicar el libro “Marihuana, la flor del cáñamo”.
Desde Estados Unidos llegó, además, el escritor, cultivador y activista Ed Rosenthal, quien es descrito como una autoridad mundial sobre cannabis y marihuana, con una docena de títulos editados sobre el tema y más de un millón de libros vendidos.
Rosenthal acompañó la inauguración, elogió la propuesta del museo y valoró los avances de Uruguay en la legislación y la postura social sobre la marihuana.
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