Hoteles de Argentina: la competitividad pende de los impuestos y no tanto del dólar
Este miércoles la cotización del dólar se disparó 7,3% en Argentina
Publicada 30/08/18Pese a que el presidente de Argentina, Mauricio Macri, anunció que había cerrado un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para que "adelante los fondos necesarios para garantizar el cumplimiento del programa financiero" del 2019, la divisa norteamericana alcanzó su máximo: 34,5 pesos, escalando 7,3% comparado con la jornada anterior. La situación cambiaria coincidió con la apertura de HOTELGA 2018, momento en el que el ministro de Turismo, Gustavo Santos hizo mención al atraso cambiario, señalando que “pedíamos un dólar más competitivo, y ya se nos fue de las manos”.
En la tradicional conferencia de prensa que realizan los organizadores del Encuentro Anual de Hotelería y Gastronomía de Argentina (HOTELGA), tanto el presidente de la Asociación de Hoteles de Turismo de Argentina (AHT) como la presidenta de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica (FEHGRA), hablaron del impacto que genera en la actividad el aumento del precio del dólar y coincidieron, en que para ser competitivos no alcanza con eso, sino que se necesita “que bajen los impuestos” y que se ponga un freno a la competencia desleal.
El primero en destacarlo fue Aldo Elías, presidente de AHT y de la Cámara Argentina de Turismo (CAT), remarcando que en la hotelería, “el punto para ser competitivos es que bajen los impuestos, no es solamente el valor del dólar. Un dólar a 34,5 pesos no nos soluciona los problemas, porque en un pais que sueña con billetes verdes la posiblidad de que se traslade a los precios (el aumento) es mucha".
El dirigente resaltó que “necesitamos que el turismo sea considerado una de las industrias más importantes del país, y para esto es fundamental bajar la altísima presión impositiva que desde siempre venimos padeciendo”. A su entender, el déficit no se soluciona sumándole impuestos a las empresas, sino haciendo que más argentinos paguen, “mientras esto no ocurra no habrá motivo valido para pasar de la informalidad a la formalidad, porque nadie va a querer desarrollar una actividad si toda la rentabilidad se evapora pagando tributos".
En cuanto a la cotización de la divisa norteamericana, Aldo Elías sostuvo que hasta el mes de mayo había “un atraso cambiario enorme”, y si bien desde el sector empresario pedían un precio mayor, para que las tarifas puedan competir con las de países vecinos, advirtió que “se está yendo de línea”, porque “una cosa era un dólar a 28 o 29 pesos, otra es 34 o 35… y creciendo”.
Por su parte Graciela Fresno, presidenta de FEHGRA, explicó que tener un dólar alto “es un elemento que coyunturalmente nos podría favorecer, porque al extranjero le resulta más barato venir, o el argentino no saldría tanto”, pero el problema es la “inflación que trae atada”. Sucede que en Argentina cada aumento en el dólar, más temprano que tarde, termina reflejado en los precios locales, atentando nuevamente contra la competitividad.
Para la representante del sector hotelero y gastronómico, Argentina merece posicionarse como destino por lo que tiene y no por estar barato para los extranjeros: “queremos ser elegidos porque fuimos capaces de seducir con un excelente producto y no solo por la circunstancial conveniencia económica, que no hace a la sustentabilidad de la actividad”.
En esa mejora de producto, que requiere de inversión, el rol del gobierno nacionales vital. “Las condiciones macro generales las tiene que dar el país (…) nosotros trabajamos y ponemos nuestro esfuerzo, pero cuando el Estado nos da las posibilidades”, remarcó Fresno, tras hacer mención a tres puntos necesarios para la rentabilidad de la actividad gastronómica y hotelera: mayor control sobre la oferta no registrada, disminución en los costos laborales y sobre todo en la presión fiscal.
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