Cada vez llegan más turistas, pero ¿dónde están?

Con la satisfacción de “haber puesto sobre la mesa un tema que es trascendente para el sector”, el presidente de la Asociación de Hoteles y Restaurantes del Uruguay (AHRU), valoró positivamente el Foro celebrado en Montevideo con participación de representantes de la industria turística de una decena de países.

Juan Martínez, uno de los organizadores e impulsor de la conferencia, dijo a HOSTELTUR que es muy bueno que el enfoque del tema “haya sido bien recibido por las autoridades nacionales, que se hayan comprometido a trabajar en el tema y a ponerlo en la mesa en la reunión de ministros del Mercosur para que también sea un tema de interés regional e internacional”.

La reunión de ministros del Mercosur se celebró inmediatamente después del foro y las conclusiones de éste fueron trasladadas a ese encuentro por parte de la delegación uruguaya.

Martínez destacó esto en particular ya que “al ser un asunto supracional debería ser tratado de ese modo y es buenísimo que los gobiernos quieran ponerlo en su agenda, que los operadores entiendan que tienen que empezar a abrir sus cabezas y buscar alternativas de cómo incorporar este nuevo tema de comercialización, poder trabajar localmente cada uno y buscar la manera de cómo reglamentar, registrar, tener las habilitaciones y contralores correspondientes”.

Juan Martínez, presidente de AHRU, dijo que es importante haber obtenido el compromiso de avanzar en el tema de las plataformas de intermediación a nivel regional.

La propia denominación de “colaborativa” está en discusión respecto a las plataformas de alojamiento, algo que fue claro en el encuentro de especialistas. “No hay nadie que ayude voluntariamente a otro, sino la creación de un negocio lucrativo que deja mucho dinero”, resumió el titular AHRU: “La empresa más grande del sector, Airbnb, ofrece en cuatro años –desde su fundación en 2011- más camas que cualquier cadena hotelera mundial, es la empresa más grande del sector turismo hoy”.

Fuera de control

En Uruguay, apuntó Martínez, muchos de los destinos turísticos están basados en viviendas de alquiler, que superan largamente la capacidad de los hoteles. “Si son el 90% de la oferta, y las inmobiliarias perdieron el manejo de ese mercado, entonces el 90% de la oferta está en la informalidad”, indicó. Y redondeó: “Si tenemos tres millones de turistas, capaz que mucho más de la mitad está fuera del control y la supervisión del Estado y de todos nosotros”.

De acuerdo a las estadísticas del Ministerio de Turismo, en 2014 el 34% de los visitantes del exterior se alojaron en hoteles, 6,8% en vivienda arrendada y 29,3% declara alojarse “en vivienda de familiares o amigos residentes”, a lo que se suma 3,7% en vivienda de familiares o amigos “no residentes”. En definitiva, suman casi el 40%, un porcentaje que se ha mantenido en los últimos años entre 38% y 40%

En 2015, sin embargo, saltó al 43%. Si bien no hay datos de los últimos dos años, entre 2009 y 2013 creció 102% la cantidad de gente que declara vacacionar en Uruguay en vvienda arrendada, y 28% quienes se alojan en viviendas de familiares o amigos.

“Todos los países coincidimos en que han ingresado más turistas pero la ocupación promedio hotelera ha bajado ¿Dónde están? En algún lado está la gente. Es evidente que están ahí, en los alojamientos informales”, afirmó Martínez.

Esta realidad se repite desde Uruguay a Brasil, a Ecuador, Argentina, Chile y otros países.

Alojamiento de turistas extranjeros en Uruguay, 2014.

El dirigente hotelero sostuvo que esta nueva modalidad de negocio de viviendas de alojamiento turístico “es una realidad que vino para quedarse y tenemos que incorporarla como un nuevo colega más de este nuevo escenario, que los propietarios sean pseudohoteleros y que los intermediarios sean también un actor sometido a derecho”.

Si bien el foro fue planteado desde la perspectiva de la hotelería, en Uruguay para los inmobiliarios también es un tema relevante. “Evidentemente el sector inmobiliario ha sido el más afectado en los últimos dos o tres años, donde han quedado fuera del negocio de los alquileres de temporada. Estamos convencidos de que el tema pasa por la intermediación, en nuestro sector tenemos alojamientos en propiedad, físicamente, no los podemos mover; las inmobiliarias son intermediarios entre operaciones que vinculan a propietarios y clientes y esta nueva modalidad les compite directamente porque está cambiando el intermediario físico por el intermediario plataforma de internet”.

El desafío es, entonces, “poder captar a esta gente y que se someta a derecho, es una intermediación que está fuera del país, genera divisas fuera del país, distribuye ganancias en el exterior y no genera empleo”.

Reglas hay, pero no se cumplen

Los expositores de distintos países mencionaron que hay reglamentaciones o regulación que no se cumple, que no hace falta tanta legislación nueva. Martínez está de acuerdo en que “a veces el Estado no cumple el rol fundamental que es el de contralor, lo planteaba Chile: las propiedades están registradas, deben pagar sus impuestos pero no pueden controlarlo cuando no lo hacen”.

En el caso de Uruguay, dijo, “en AHRU hemos trabajado en detectar las plataformas de Internet cuando hay una oferta de alojamientos, complejos turísticos, una cierta infraestructura edilicia y de servicios; los hemos detectado y los hemos denunciado, ya que la DGI no toma la iniciativa. Como dijo el expositor de Colombia, si no están en la base de datos nosotros no vamos, y eso es pescar en una pecera. Estamos tratando de que empiecen a pescar en el océano, no como castigo, sino como una forma de ajustarse a las normas”.

Si bien al foro fueron invitadas empresas clave de la nueva intermediación como TripAdvisor, Airbnb y Booking. A último momento, tras haber sido anunciados, decidieron no concurrir. “Ellos tendrán sus razones pero entendemos que son actores fundamentales y en el próximo encuentro en Buenos Aires en noviembre esperemos contar con ellos, no para debatir, ni para hacerlos sentir que están en la vereda de enfrente”, explicó Martínez, “sino simplemente para articular la manera de que cada país busque una solución para ponerse a trabajar, sin duda los canales comerciales van por ahí y que trabajemos juntos va a favorecer a todo el sector”.