Radamés Montero: "Uruguay debe pasar al ataque”
Hacia la profesionalización del producto turístico y la mejora de los precios
Publicada 04/10/18
Entrevista/ El director de Transhotel y CEO Cono Sur de Summerwind Aviation, Radamés Montero, destaca las condiciones y el potencial de Montevideo, destino clave en un “país caro”. Estas fortalezas culturales y de servicios requieren mayor profesionalización. Los costos –combustible, carga tributaria, tasas de embarque- contribuyen a afectar la competitividad. “Uruguay tiene que pasar al ataque”, apunta el empresario.
¿Cómo está posicionado Uruguay en la turoperación internacional?
Ha sido un año atípico por la situación de la región. Dentro de los circuitos internacionales Uruguay está calificado como un país caro. A pesar de los esfuerzos del sector público para aliviar un poco la carga tributaria, las empresas tenemos un combustible caro –un insumo importante- y siempre se traduce en tarifas. Hacemos esfuerzos en tener servicios acordes a la región; estamos más caros que Argentina y que Brasil. El viajero de la región de todos modos elige a Uruguay como destino. Ha habido un esfuerzo de las aerolíneas por tener una oferta más económica y tratamos de mantener el turismo corporativo y de negocios, que hay servicios que se les puede proveer.
¿Qué fortalezas tiene Montevideo como destino?
Montevideo sigue siendo una plaza interesante para los eventos. Es elegida por su tranquilidad, seguridad, servicios, acceso a Internet, gastronomía. Si bien estamos lejos de lo ideal, dentro del circuito regional la ciudad destaca por calidad de los servicios, por tener hotelería nueva. Podemos mejorar mucho, aunque el extranjero viene tranquilo porque sabe que hay cosas que no va a sufrir, como le puede pasar en otros lados: la calidad de la comida, de la atención, los desplazamientos. Eso es valorado.
¿Cómo se puede profesionalizar la oferta turística?
Todo se ha vuelto muy competitivo. El viajero tiene menos tiempo, demanda más actividades de calidad, información y prestación. Han aparecido las bodegas recientemente, pero Montevideo tiene que dar más productos vinculados a sus áreas rurales y su fortaleza cultural. Para lo que tiene, Montevideo ofrece poco. No alcanza con tener un museo, para convertirlo en un producto turístico hay que dotarlo de una serie de prestaciones: atender los fines de semana, tener personal bilingüe, accesibilidad, buena cartelería.
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