Airbnb será proveedor oficial de alojamiento en Juegos Olímpicos de Rio

El portal online de alquiler privado Airbnb, que permite a los propietarios alquilar sus propiedades por noches, se impuso a otros dos proveedores de alojamiento que aspiraban a ser tenidos por el Comité Olímpico Internacional; Hotel Urbano y Alugue Temporada.

Según fuentes del sector, se teme que la ciudad no alcance a ofrecer las 40.000 habitaciones de hotel que se comprometió a tener disponibles para la cita olímpica.

Medios ingleses como Express, calificaron la decisión como “bizarra” y se preguntaron si los atletas olímpicos se van a alojar “en casas de desconocidos”.

Es que Airbnb ha enfrentado problemas legales en distintos países o ciudades, que en mucho casos han tenido que desarrollar una nueva reglamentación para este segmento.

Página de ofertas de Airbnb en Rio.

De todos modos, la compañía se ha convertido en una de las más exitosas empresas de nueva creación de Silicon Valley en los cinco años desde que fue fundada por un trío de graduados.

Dentro del acuerdo con el comité organizador Airbnb probablemente se convierta en un patrocinador y socio de los Juegos.

En Londres multaban a los dueños

Será la primera vez que un evento deportivo de gran magnitud accede a usar alojamientos alternativos para resolver la demanda en un plazo corto de tiempo. Esto contrasta con lo que ocurrió en Londres 2012, cuando los propietarios de viviendas que pretendieran alquilar habitaciones u ofrecer alojamiento de alguna forma estaban expuestos a ser multados. Y habla de un cambio de paradigma cada vez menos resistido.

De todos modos Airbnb ya ha hecho varias incursiones en el patrocinio deportivo. Es socio del Maratón de Nueva York y ha patrocinado a la selección de básquetbol de Australia, pero asociarse a los Juegos Olímpicos sería un paso de gigante.

Fuentes cercanas a la organización dijeron a la agencia de noticias Reuters que los organizadores buscaban al menos 4.000 unidades más, y tener un respaldo de al menos un 15% de margen por encima de lo estipulado por el Comité Olímpico.

“Es difícil calcular cuánta gente vendrá, así que tener a alguien que pueda garantizar una oferta de alojamiento por encima de eso siempre es bueno”, dijo la fuente.

Además, se buscaba alojamiento en una faja de precios “considerada aceptable y viable para los espectadores” ya que no se quiere que se repitan los precios abusivos en el hospedaje que se registraron durante la Copa del Mundo de 2014, particularmente en Rio.