Presidente de Aerolíneas Argentinas dice que la empresa está “virtualmente quebrada”

Los trabajadores de Aerolíneas Argentinas y Austral están pidiendo avanzar las negociaciones paritarias 2018-2019 pero además exigen a la empresa el pago de la cláusula gatillo para compensar la inflación del año.

"Es una empresa que está virtualmente quebrada, para pagar salarios mes a mes tenemos que pedir dinero al Estado porque hoy la situación de la compañía no permite que podamos pagar sueldos con nuestros propios recursos", expresó el presidente de la empresa aérea. De acuerdo a lo detallado por el presidente de la aerolínea estatal, hasta septiembre los empleados tuvieron un aumento salarial del 34%.

Semanas atrás, el propio presidente de Argentina, Mauricio Macri, había cuestionado por un lado el accionar de los gremios que, con una Asamblea, provocaron cancelaciones y demoras.

Luis Malvido, presidente de Aerolíneas Argentinas.

Y por otro advertía que “no es justo que el 95% que no usa los aviones tenga que pagar para que Aerolíneas Argentinas funcione. Este último mes hubo que destinar más de 1.000 millones de pesos a pagar los salarios; eso representa más de dos Metrobuses, un medio de transporte colectivo que usa la mayoría de los argentinos". (Ver: Cancelan 57 vuelos de Aerolíneas Argentinas por medidas de fuerza de sindicatos y Denuncias cruzadas entre Aerolíneas Argentinas y sindicatos en agria disputa laboral)

Al reclamo por incumplimiento salarial, los trabajadores nucleados en los gremios APA, APLA, UALA, UPSA y APTA, también suman el rechazo a una serie de suspensiones que sufrieron 376 empleados por participar de la Asamblea del pasado 8 de noviembre. Estos dos puntos son los que impulsaron el paro de 24 horas que afectará las operaciones de Aerolíneas Argentinas y Austral en todos los aeropuertos del país.

"Es evidente que el paro está atado con la movilización de transporte. No es casual. Se ha transformado en una cuestión política”, señaló Malvido, agregando que con la medida "no perdemos dinero porque los pasajeros terminan volando” pero “el gran daño es a la imagen, un daño al prestigio, un daño a la confianza que tienen los argentinos en su aerolínea de bandera”.