Centennials: una realidad desafiante para las empresas
Tienen entre 16 y 25 años, viven sin prejuicios y transformarán las formas de consumir
Publicada 06/10/19- Se inspiran desde su smartphone, compran basándose en imágenes y videos, y comparten su viaje en redes
- Los centennials son "bisagra” en el consumo, por ser nativos digitales y porque están atravesados por causas compartidas
- Fluidez, realidad y honestidad, los tres pilates que buscan los centennials en las personas y las marcas.
En los últimos dos años las marcas se han enfocado en los millennials: quiénes son, cuáles son sus necesidades, sus hábitos, qué quieren, para dónde van. Pero Nicolás Briceño, publicista experto en moda y retail e influencer, advierte que, mientras tanto, “está pasando algo más terrible y más fuerte: los centennials”. Una generación, que hoy tienen entre 16 y 25 años, y son la “bisagra” en el consumo, por ser nativos digitales y porque “están atravesados” por causas compartidas. Este y otros temas son abordados en la revista especial de FIT 2019.
Son los jóvenes que están viajando por el mundo haciendo couchsurfing para conocer gente y que están cuestionando todo. En palabras del experto, se trata de un target “que tiene las cosas claras”, que viven sin estereotipos, que “nos van a dar vuelta el mundo” y que son impredecibles, porque “hoy juegan con Legos y a sus 18 años están montando una startup”.
El problema que tienen quienes venden es que “no están sabiendo llegar a ellos”, porque “tienen intereses particulares totalmente diferentes a los que nosotros estamos trabajando”. Para los generadores de productos estos jóvenes se han convertido en una realidad desafiante y la recomendación de Briceño es que les hablen parándose en tres pilares: fluidez, realidad y honestidad, porque es lo que buscan en las personas y las marcas.
Nativos digitales
Como empresa, para empezar a comunicarse hay que entender quiénes son estos nuevos consumidores que nacieron con la tecnología en su mano, que sus fotos de bebes fueron tomadas con un Smartphone y posteadas de inmediato en alguna red social.
Según Google, los jóvenes de la Generación Z son “eminentemente visuales” y por eso parte de los comportamientos de compra se basan en imágenes, vídeo y plataformas sociales. En promedio están conectados a internet unas cuatro horas diarias, más de dos desde el teléfono; revisan sus perfiles en redes sociales hasta 100 veces por día y tienen una capacidad de atención que no supera los ocho segundos.
Frente a este cliente que va mutando, “las estructuras empresariales y de ventas tienen que cambiar”, asegura el publicista chileno.
“Las empresas tienen que ser elásticas y evaluar trimestralmente si su estrategia de marketing está dando fruto en función de las necesidades actuales. Es necesario ser elástico, moldeable, ágil y permeable a las necesidades puntuales”, remarca Briceño a HOSTELTUR.
Una de las mayores particularidades de esta generación es que sólo el 36% se considera heterosexual y “viven sin cuestionamientos”. Entonces, destaca Briceño metiéndose en el turismo, “de repente ya no quiere una habitación con dos camas, quieren una habitación con una cama gigante para su relación poliamorosa. O quieren experiencias que no tienen que ver con lo turístico, sino con lo social, con lo emocional”.
El desafío es “entender la sensibilidad de este público” que sale al mundo, salta de un lugar a otro, consume y “no le teme a nada”.
La generación comprometida
Otra de las claves es dejar de lado el prejuicio que hay en torno a estos chicos que caminan mirando sus smartphones; porque desde esas pantallas toman decisiones y tienen mucha relevancia en las diferentes etapas del viaje. Los informes de Expedia muestran que el 63% usa sus teléfonos para inspiración; el 39% para búsquedas; el 20% para concretar reservas y el 76% durante el viaje.
Pero además son grandes consumidores de contenidos que los interpelan –incluso de marcas- y “están planteando cosas que tienen que ver con la vida, con las personas. Sienten distinto, son una generación comprometida y es un target que viene a revolucionar las cosas”.
La industria del turismo lo ha comenzado a ver a partir de Greta Thunberg, una joven activista que lucha contra el cambio climático y que no viaja en avión porque es el medio de transporte más contaminante. Esta joven de 16 años se ha convertido en la cara del movimiento Flygskam o “vergüenza de volar en avión” y su lucha no pasará desapercibida, porque el 57% de las llegadas de viajeros internacionales a nivel global se producen por vía aérea.
“Estos chicos van a cambiar el mundo. Greta es la muestra de una generación que nos va a pegar una patada” si no son escuchados, concluye Briceño.
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