El triunfo de Alberto Fernández cambia el mapa geopolítico de la región
El presidente electo argentino, con una tensa relación con Brasil y Chile y guiños a México y Bolivia
Publicada 28/10/19- A menos de 24 horas de su triunfo electoral en Argentina, Alberto Fernández ya había generado festejos y rechazos en la región
- La tensión de Fernández con Brasil y Chile y el acercamiento a México y Bolivia marca el rumbo del nuevo mapa geopolítico en América Latina
- La semana próxima, Alberto Fernández iniciaría su primera gira como presidente electo, y el destino sería México
Ni siquiera pasaron 24 horas del triunfo de Alberto Fernández en las elecciones presidenciales en Argentina, cuando ya quedó en evidencia que el mapa geopolítico de América Latina cambió drásticamente. En solo unas horas, y como primeras señales, el argentino se cruzó con el brasileño Jair Bolsonaro y envió un fuerte guiño al mexicano López Obrador.
No hizo falta esperar demasiado para saber cómo quedará conformado el nuevo mapa geopolítico regional, a partir de las elecciones presidenciales de este domingo en Argentina. Alberto Fernández se impuso en la primera vuelta con más de un 48% de los votos y el mismo lunes se puso en marcha el proceso de transición, de cara al traspaso de mando del 10 de diciembre.
Ese día le entregará la banda presidencial Mauricio Macri, quien ha sido en los últimos cuatro años el abanderado de los líderes “pro-mercado” en la región, junto a Sebastián Piñera, en Chile; Michel Temer y Jair Bolsonaro, en Brasil; Iván Duque, en Colombia; y Pedro Pablo Kuczynski y Martín Vizcarra, en Perú. Además, Macri encabezó la postura regional en contra de Nicolás Maduro en Venezuela y la apertura del comercio con Estados Unidos.
A menos de 24 horas de los comicios, y aunque Alberto Fernández se presente como un peronista moderado y dialoguista, ya quedó claro que el mapa regional ha comenzado a cambiar
Minutos después de su discurso de triunfo, salió al escenario montado fuera del “bunker” electoral del Frente de Todos y brindó algunas señales que no admiten dobles interpretaciones. Lo primero que hizo fue celebrar el triunfo en Bolivia de Evo Morales, quien se comunicó con Fernández para felicitarlo; y luego le envió un cálido saludo de cumpleaños a Luiz Inácio Lula Da Silva a quien consideró “injustamente encarcelado”.
Esta última declaración provocó su primer cruce con el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, quien había manifestado abiertamente su apoyo a Macri y se mostró sumamente disconforme con el resultado en el país vecino. “Los argentinos eligieron mal. Dijo que Lula debía estar libre por estar preso injustamente… No pretendo felicitarlo por su triunfo. Ahora lo que vamos a hacer es esperar un tiempo, para ver cuál es su posición real en la política, porque él todavía tiene que asumir. Mientras tanto, las relaciones bilaterales continúan bien, a través del Mercosur. Él ha manifestado su intención de seguir con el bloque. Pero realmente no entiendo bien a la Argentina”, disparó Bolsonaro.
Las perspectivas respecto a la relación con el Brasil de Bolsonaro no son buenas: las diferencias son sustanciales en la relación con los organismos de crédito internacionales y EEUU o Venezuela, situación sobre la que Fernández se mostró moderado, pero firme en cuanto a la “no intervención”
También se espera que Fernández tenga una relación conflictiva con unos debilitados Piñera y Lenín Moreno, en Chile y Ecuador, respectivamente. El argentino había asegurado que los conflictos en esos dos países, así como en Argentina, eran fruto de las “fracasadas políticas neoliberales”. Aun así, Piñera lo felicitó por el triunfo y sostuvo que está seguro de que trabajarán “con voluntad, fuerza y visión de futuro”.
Desde luego, Nicolás Maduro celebró también el triunfo del peronista. “¡Felicitaciones al heroico Pueblo Argentino!”, publicó, y emitió también un comunicado oficial de salutación. Pero la semana pasada el líder venezolano visitó Vladimir Putin en Rusia y se refirió justamente al nuevo mapa geopolítico que se vislumbra en la región, favorable para la subsistencia de su Gobierno.
Uruguay es una incógnita, pero no lo es la relación de afecto entre Fernández y el expresidente José “Pepe” Mujica y, por carácter transitivo, con el Frente Amplio. El presidente electo argentino no se ha manifestado sobre esos comicios.
Fernández fue llamado también por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, con quien acordó una visita aún antes de asumir. Sería la semana próxima, en su primera salida al exterior como mandatario electo.
En resumen, y para comprender el perfil de la gestión internacional que podría encarar Alberto Fernández, trascendió que estaría cerrado el acuerdo para realizar en Buenos Aires, después de la asunción, la próxima reunión del Grupo de Puebla, sucesor del Foro Social de San Pablo.
Pero, sin dudas, las cartas quedarán expuestas sobre la mesa en dos importantes eventos internacionales. El 5 de diciembre se llevará a cabo una nueva Cumbre del Mercosur, en un clima más que complejo: Macri será el mandatario argentino presente, a solo cinco días de finalizar su mandato, por lo que habrá que ver de qué manera participa Alberto Fernández; y Uruguay tendrá un presidente recién electo. La otra gran cita será del 21 al 24 de enero, en el Foro Económico Mundial de Davos.
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