¿Por qué la inclusión puede ser un gran negocio para el turismo?
El potencial gasto en viajes de las personas que pertenecen a grupos vulnerables demuestra el enorme poder de ese segmento
Publicada 18/11/19- Datos reveladores sobre el impacto económico de los distintos grupos vulnerables o minoritarios: más allá de la ética de la igualdad
- Según distintas encuestas, el 50% de las personas con discapacidad no viaja: miedo, poca información y falta de accesibilidad
- Algunos indicadores sostienen que el turismo accesible plantea un crecimiento interanual del 22% en términos económicos
En el marco del cierre de InnovaturBA 2019, la Cámara de Comercio Gay-Lésbica de la Argentina (Ccglar) brindó una charla sobre diversidad, inclusión e innovación. En ese marco, ofreció datos reveladores sobre el impacto económico de los distintos grupos vulnerables y mostró por qué el sector turístico debe apostar a la inclusión, más allá de lo ético.
“Diversidad es que te inviten a una fiesta; inclusión es que además te saquen a bailar”. Con esa divertida pero profunda frase, Pablo de Luca, presidente de la Cámara de Comercio Gay-Lésbica de la Argentina (Ccglar); y Gustavo Noguera, su vicepresidente, abrieron su charla en la última edición del año de InnovaturBA, el evento organizado por el Ente de Turismo de Buenos Aires.
En ese marco, analizaron en profundidad la problemática de la diversidad y la inclusión, pero no sólo desde un punto de vista ético, sino con datos concretos y reveladores sobre el impacto económico que los distintos grupos vulnerables tienen o podrían tener sobre la industria de los viajes y el turismo. Y para ellos dividieron su presentación en cuatro bloques: personas con discapacidad, adultos mayores, mujeres y el colectivo LGBTI+.
Un desafío que vale la pena
Está claro que lograr que un destino, una compañía aérea, una transportista terrestre o incluso una agencia de viajes se vuelvan accesibles no es nada sencillo. Quienes han avanzado en ese sentido, se sumergen en un proceso sin fin. Pero también se adentran en un mundo que tiene numerosas ventajas más allá de las éticas, sociales y emocionales.
Para cuantificarlo, De Luca y Noguera señalaron que se estima que actualmente en el mundo hay 1.000 millones de personas con algún tipo de discapacidad. Inclusive, para visualizarlo todavía más claramente, ese grupo equivale a uno de cada cuatro adultos en los Estados Unidos.
Según distintas encuestas, el 50% de las personas con discapacidad no viaja, y las principales explicaciones que enumeran son el miedo, la poca información disponible y la falta de destinos accesibles.
Aunque en Argentina se han logrado numerosos avances, contaron, por caso, que una agencia especializada en este segmento se encontró con el desafío de trasladar a un grupo de 10 personas con dificultades motrices entre Puerto Madryn y El Calafate, en la Patagonia. Literalmente fue imposible.
Estos y tantos otros destinos en el mundo se están perdiendo un cuantioso negocio. De acuerdo a los datos disponibles, se calcula que este grupo vulnerable representa un negocio potencial de US$ 13.000 millones, que para 2025 podría trepar nada menos que hasta los US$ 170.000 millones. Efectivamente, algunos indicadores sostienen que el turismo accesible plantea un crecimiento interanual del 22%.
Personas mayores, negocio joven
El segundo grupo vulnerable analizado es el de los adultos mayores, que incluye al tan codiciado segmento de los baby boomers, esas personas que ya criaron hijos, trabajaron toda su vida y hoy se encuentran con dinero y tiempo para dedicar nuevamente a sí mismos. Por supuesto, los viajes están entre sus prioridades.
Virtuoso estima que representan un negocio de US$ 270.000 millones en todo el mundo, cifra que promete multiplicarse dado que la población mundial está en proceso de envejecimiento. Pero además, lo interesante es entre el 33% y el 40% de esos pasajeros realizan viajes multigeneracionales, la mayoría de los cuales se efectúan junto a alguien que salta una generación, es decir, abuelos con nietos de distintas generaciones.
Los adultos mayores realizan entre 4 y 5 viajes al año (estos es un 20% más que los que realizan, por ejemplo, los pax de la generación X), y a septiembre de 2019 los baby boomers ya representaban un 31% de las reservas.
Ellas viajan solas
Sin dudas, a la luz de los profundos cambios sociales y culturales que experimenta el planeta, las mujeres se han convertido en uno de los grupos vulnerables que mayor evolución han tenido, aunque todavía la brecha de género sea muy profunda. En este aspecto, De Luca y Noguera destacaron tres cuestiones acerca de las mujeres y los viajes: que cada vez viajan más solas, que también lo hacen en grupos de amigas y que se las considera las principales decisoras en los viajes en los que también participan hombres.
Hoy, las mujeres representan un negocio potencial de US$ 125.000 millones, lo que se ve plasmado en cómo el sector se ha adaptado a ello: se calcula que creció en un 230% la cantidad de agencias que venden viajes para mujeres solas o en grupos de ellas.
Para dar cuenta de eso, Booking informó que el 62% de sus viajes corresponden a personas que viajan sola y, de ese grupo, el 57% son mujeres. En resumen, hay más mujeres viajando solas que hombres viajando solos.
Lejos del ideal
Pero, sin dudas, el segmento más castigado y discriminado es el LGBTI+. Para graficarlo, los directivos de la Ccglar señalaron que las personas de ese colectivo son criminalizadas en uno de cada tres países: son 70 en total, y en 11 de ellos son castigados con la pena de muerte.
Más allá de las cuestiones humanísticas, se trata del grupo vulnerable que mejores dividendos da a quien apueste por incluirlos. Según datos del Banco Mundial y LGBT Capital (recopilados por el estudio Singerman & Makon), su nivel de gasto es equiparable anualmente al PBI de Alemania, en torno a los US$ 3,6 billones.
Desde luego, aclararon que para atraer a este segmento y brindarle una buena experiencia de viajes “no alcanza con poner una banderita de colores”, sino que es necesario avanzar en capacitaciones, en reformas normativas y en fuertes cambios sociales.
Finalmente, explicaron que esto incluye también a las empresas de viajes: los estudios demuestran que el 71% de los pasajeros LGBTI+ tienen más posibilidades de interactuar con un anuncio, si este los representa. Por lo tanto, es preciso adentrarse de lleno en el pensamiento y los sentimientos del segmento, y no desde una mirada lejana y prejuiciosa.
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