El Mercosur no logra avanzar en un circuito integrado

Por expreso pedido de Brasil, la Cumbre del Mercosur se realizó en Belo Horizonte el pasado 5 de diciembre, días antes del cambio de Gobierno en Argentina y a meses de la asunción de la nueva gestión en Uruguay. Con dos de los cuatro presidentes del bloque en condición de salientes, el encuentro fue, como se esperaba, una formalidad.

En ese contexto, también se llevó a cabo la reunión de los ministros y secretarios de Turismo del bloque, que fue un reflejo de ese marco.

Los titulares de las carteras de Turismo del Mercosur, en Belo Horizonte

Participaron del encuentro el secretario de Turismo argentino, Gustavo Santos; el ministro de Turismo de Brasil; Marcelo Álvaro Antônio; la ministra de Uruguay, Liliam Kechichian; la ministra de Paraguay, Sofía Montiel; y los equipos técnicos de los países del Mercosur. Dado los mencionados cambios de gestión, Santos dejará su cargo el 10 de diciembre y Kechichián, en marzo, cuando pase a ocupar una banca en el Senado uruguayo.

Una vez más, como cada reunión de los últimos años, uno de los ejes centrales fue el desarrollo del varias veces anunciado circuito trasfronterizo vinculado a las ruinas jesuíticas y su patrimonio histórico-cultural.

Los titulares de las carteras turísticas suscribieron un documento sobre el “Camino de los Jesuitas en Sudamérica”, que luego fue firmado por los mandatarios.

Dicha declaración destaca la importancia cultural, histórica, social, religiosa, artística, arquitectónica, turística y natural de las “Misiones Jesuitas Guaraníes, Moxos y Chiquitos”, que son reconocidas como Patrimonio Cultural del Mercosur, así como de todo el “Camino de los Jesuitas”, que se extiende por Bolivia, Brasil, Paraguay, Uruguay y por diferentes provincias de Argentina.

Con dos de sus cuatro ministros en condición de "salientes", el encuentro fue casi una formalidad

También se reitera el “compromiso con la protección y promoción de los bienes culturales, en sus dimensiones materiales e inmateriales, y de los atractivos turísticos que los enmarcan con miras a garantizar su permanencia para el disfrute de las generaciones presentes y futuras”.

Finalmente, se destaca el apoyo del BID en el diseño, desarrollo, la institucionalidad y el marketing del “Camino de los Jesuitas”.

Pero más allá de las formalidades, poco se ha avanzado en el territorio y en el desarrollo del producto en concreto, y mucho menos en la comercialización. Y tampoco se lograron avances significativos en materia de visados comunes, un punto clave para que los turistas internacionales, especialmente los de mercados lejanos, puedan atravesar las fronteras, tal como propone el programa, sin inconvenientes o engorrosos trámites.