Duro comunicado de Faevyt

La letra chica del “dólar turista” complica más a las agencias argentinas

El Gobierno obliga a las agencias a percibir y liquidar el impuesto, lo que pone en riesgo sus estructuras

Publicada 18/12/19
La letra chica del “dólar turista” complica más a las agencias argentinas

Finalmente, el Gobierno de Alberto Fernández presentó su proyecto de Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva, que incluye entre sus múltiples medidas la creación de un impuesto del 30% a la compra de divisas y de bienes y servicios en el exterior, lo que se conoce como “dólar turista”. Además del severo impacto que genera en las agencias de viajes argentinas, la norma las designa como agentes de retención y liquidación, lo que las obligará a contratar personal solamente para eso. La Faevyt emitió un duro comunicado.

Este martes 17 de diciembre, el Gobierno argentino finalmente presentó en el Congreso su proyecto de Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva que, entre muchas medidas, incluye la implementación de un impuesto del 30% a la compra de divisas extranjeras y a la adquisición de bienes y servicios con tarjetas de crédito en el exterior, que popularmente se conoce como “dólar turista”.

La medida en general ya venía siendo fuertemente criticada por el sector turístico, pero al conocerse la “letra chica” del proyecto, se pudo medir más claramente cuál será el impacto. Además del golpe letal que puede significar para un sector emisivo (más del 85% de las agencias del país venden viajes al exterior), que viene verificando un derrumbe en las ventas desde hace más de un año y medio, se conoció que la medida implica que las empresas se vean obligadas a actuar como agente de percepción y liquidación del impuesto.

Gustavo Hani, presidente de la Faevyt, junto a parte de su Comisión Directiva

De aprobarse la ley tal cual se propone, las agencias deberán percibir y liquidar este nuevo impuesto, para lo cual deberán contratar personal exclusivamente para ese fin. Casi el 90% de las agencias argentinas son pymes con menos de cinco empleados y no cuentan con la estructura suficiente para asimilar esas tareas.

Las compañías aéreas también adquieren ese carácter, pero sí tienen las estructuras para desempeñar esa función, al igual que las grandes OTA, los consolidadores y algunas mayoristas grandes.

Ante este escenario, la Federación Argentina de Asociaciones de Empresas de Viajes y Turismo (Faevyt) mantuvo ayer una reunión de urgencia para analizar el tema y, al concluir, emitió un duro comunicado tratando de explicar por qué las consecuencias de esta norma serían opuestas al fin que se persigue, que es el control del mercado de cambios, con una pesificación del mercado y una mayor recaudación fiscal.

Según el proyecto, las agencias deberán ser agentes de percepción y liquidación del impuesto

“Entendemos la crisis que está atravesando el país pero las agencias de viajes somos parte de la solución, no del problema. Somos el principal canal de comercialización del turismo y un dinamizador fundamental de la economía que brinda trabajo a miles de argentinos. Incluir a los servicios que prestamos las agencias en el impuesto significa poner en riesgo esas fuentes de trabajo”, asegura la entidad.

Por otra parte, y tal como se señalaba, el documento de la gremial empresaria sostiene que la medida podría generar un resultado inverso al buscado. “Esta medida rompe el equilibrio necesario entre turismo receptivo y emisivo, por lo que va a repercutir directamente en la actividad turística nacional, además de influir negativamente en el flujo de las rutas aéreas internacionales que reducirían considerablemente la recepción de argentinos por lo que dejarían de ser rentables. El achicamiento de nuestro mercado generará desocupación y menor consumo, logrando un efecto contrario al buscado por el proyecto. Si las agencias argentinas no venden, hay también menos recaudación fiscal. Reducir la conectividad es poner en riesgo al cuarto complejo exportador del país y el primero en servicios”, advierte la Faevyt.

Pese a que el Banco Central considera Turismo a toda compra realizada con tarjetas en el exterior, el sector de los viajes solo representa el 25% de ese monto

Asimismo, la federación insistió en que lo que el Banco Central argentino considera Turismo, en verdad no lo es. “Englobar todo el gasto que se genera en el extranjero en el concepto turismo es un error. La realidad es que el 75% de los gastos de divisas en el extranjero corresponden a productos y servicios no turísticos, y no a los servicios que se contratan con las agencias de viajes, que representan sólo el 25% y que, como contrapartida, generan puestos de trabajo y flujo de visitantes extranjeros”, afirman.

Finalmente, la entidad solicita la exclusión del sector de ese gravamen: “La propuesta concreta es que las ventas para los servicios en el exterior contratados a través de agencias de viajes argentinas y de los medios de transporte que tengan operación en nuestro país estén eximidos de este impuesto, para lograr cuidar el trabajo de miles de argentinos y seguir potenciando una industria que necesita crecer para que la economía del país se reactive”.

Diferencias conceptuales

Tal como lo venía contando HOSTELTUR en los últimos meses, para Alberto Fernández y su equipo, el turismo no es una prioridad, desde el punto de vista de su potencial para dinamizar la economía. Tanto el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, como el ministro de Economía, Martín Guzmán, han manifestado que “el que tiene la posibilidad de viajar al exterior debe hacer un esfuerzo para ayudar a los que menos tienen”.

Esa posición fue multiplicada por diversos defensores del modelo que propone la nueva gestión, y en las redes sociales proliferaron las voces que aseguraban que “viajar es de chetos” (como se llama en Argentina despectivamente a las personas de clase alta), y que, por ende, el que deseaba irse de vacaciones a Estados Unidos, Europa o el Caribe debía pagar más, en un contexto de crisis que, sin dudas, viene impactando seriamente en las clases más bajas.

Por eso, Faevyt se ha encargado de aclarar en un comunicado anterior que solo el 35% de los viajes corresponde al segmento vacacional, mientras que el 65% restante se debe a viajes corporativos, étnicos, médicos y de estudio, segmentos que favorecen el desarrollo económico y social.

La única persona de la “mesa chica” del Gobierno que ha manifestado algún tipo de interés en el sector fue Miguel Cuberos, hombre muy cercano al presidente y quien fuera hace 10 años el primer titular del Instituto Nacional de Promoción Turística (Inprotur). El actual asesor se tomó una foto con el nuevo ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, manifestándole su apoyo y, al mismo, tiempo, elogiando la contribución económica de esta industria.

¿Escuchará el Gobierno el reclamo del sector? Miengtras tanto, según pudo saber este medio, tanto la Faevyt como la Cámara Argentina de Turismo (CAT) están trabajando fuertemente con diputados y senadores de todo el país para que presenten esta problemática y el reclamos de las agencias en el momento en que el proyecto se trate en comisiones y en el recinto.

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