Argentina: turistas extranjeros necesitan autorización para comprar dólares

El Gobierno argentino sigue cerrando el grifo de divisas, profundizando el llamado “cepo cambiario”. De manera complementaria a la implementación del polémico “dólar turista”, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) decidió que las personas no residentes en el país, como los turistas internacionales, requieran una autorización por parte del organismo para la compra de divisas.

El BCRA busca cerrar aún más el grifo de divisas

“El acceso al mercado de cambios por parte de clientes no residentes, requerirá la conformidad previa del BCRA para la compra de moneda extranjera”, sostiene el BCRA en su comunicación.

De la medida quedan exceptuados los “organismos internacionales e instituciones que cumplan funciones de agencias oficiales de crédito a la exportación”; las “representaciones diplomáticas y consulares, y personal diplomático acreditado en el país por transferencias que efectúen en ejercicio de sus funciones”; las “representaciones en el país de Tribunales, Autoridades u Oficinas, Misiones Especiales, Comisiones u Órganos Bilaterales establecidos por Tratados o Convenios Internacionales”; y las “transferencias al exterior a nombre de personas humanas que sean beneficiarias de jubilaciones o pensiones abonadas por la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), por hasta el monto abonado por dicho organismo”.

¿Cómo se tramita esa autorización? Aún no está claro, pero los turistas que visiten Argentina y quieran acceder a dólares deberán consultarlo en el banco o casa de cambio.

Con esta medida, el Gobierno busca evitar una maniobra financiera conocida como “bucle” o “rulo”, aprovechando la brecha cambiaria entre la cotización formal y la informal. Consiste en llegar al país con (por ejemplo) dólares; venderlos en el mercado informal a un precio mayor al formal; y luego con esos pesos volver a comprar dólares legales a un precio menor. Y así repetidamente.

Aunque no se conocen detalles, la medida podría generar complicaciones a la hora de que los turistas extranjeros deban cambiar sus pesos para regresar a sus países de origen.