Gremios aeronáuticos argentinos inician embestida contra las low cost

Durante su Gobierno, Mauricio Macri había autorizado la creación de nuevos sindicatos de trabajadores aeronáuticos, decisión que fue una pieza clave para que el modelo low cost pudiera hacer pie en la Argentina, y no sólo por parte de las empresas de bajo costo como Flybondi y Norwegian, sino también de Latam, que enfrentaba serios conflictos. Así fue como, con ayuda del Gobierno, se crearon nuevos sindicatos con el patrocinio de esas tres empresas.

Esta medida le ayudó a la pasada administración a debilitar a los sindicatos tradicionales, implementando convenios laborales mucho más flexibles y peores negociaciones paritarias. En ese contexto, los gremios más poderosos de la actividad se declararon en plan de lucha contra el pasado Gobierno y sus políticas de apertura de cielos y desregulación de tarifas.

Apenas asumió su cargo, el ministro Mario Meoni recibió a todos los gremios aeronáuticos

Como contraargumento, se afirmaba que los sindicatos más duros “no representaban los intereses de sus trabajadores, sino sus ambiciones políticas y económicas”. Desde el sector empresario, con el apoyo de algunos medios, se los empezó a llamar “sindicatos racionales”.

Cuando finalmente el peronismo se impuso en los comicios presidenciales de octubre de 2019, se generó un clima de incertidumbre respecto a qué haría la gestión de Alberto Fernández en relación a este conflicto. Lo que harían los sindicatos era obvio, y ha comenzado a suceder.

La semana pasada, los representantes de los pilotos (APLA y UALA), del personal técnico (APTA), de los trabajadores en tierra (APA) y de los puestos jerárquicos (UPSA) se reunieron con el ministro de Transporte, Mario Meoni; y el presidente de Aerolíneas Argentinas, Pablo Ceriani, para analizar distintos temas.

Según lo consignan varios medios argentinos, le habrían pedido de manera informal al funcionario dar de baja las inscripciones de los sindicatos autorizados por la administración Macri, es decir, el de Flybondi, el de Norwegian Argentina (ya absorbida por JetSmart) y el de Latam.

Aunque no hubo una respuesta por parte del actual Gobierno, se comprometieron a tratar nuevamente el asunto en una próxima reunión, en la que también estaría presente el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens.

De hacer lugar a ese pedido, no sólo se trataría de un fuerte golpe para esas agrupaciones, sino también para las empresas. Por eso, se entiende que esta avanzada de los sindicatos aeronáuticos hegemónicos sería el primer ataque al corazón del modelo low cost en el país.

Preocupación

Ante la divulgación de esa noticia, inmediatamente el sindicato que aglutina a los trabajadores de Flybondi emitió un extenso y duro comunicado, en el que pone de manifiesto su preocupación.

El documento está firmado por la Comisión Directiva del gremio y comienza expresando el repudio a los mencionados rumores. “La Asociación Sindical de Trabajadores de Flybondi quiere expresar su profunda preocupación y rechazo a los conceptos expresados en las versiones trascendidas en distintos medios de comunicación respecto del petitorio de disolución de los sindicatos de empresa, creados recientemente en la industria aerocomercial”.

A continuación, se afirma que el gremio es una “entidad de bien público constituida como sindicato de primer grado”; que participan de un proceso que “ha generado miles de puestos de trabajo calificado”; y que son más de 570 trabajadores que permitieron transportar a 2,5 millones de pasajeros y “desarrollar y potenciar” el Aeropuerto de El Palomar.

“Los trabajadores de Flybondi creemos que a pesar de todo este impacto positivo generado, visible y concreto, estamos expuestos a continuos ataques que auguran nuestro fracaso y el de nuestros compañeros de los otros sindicatos similares”, aseguran los dirigentes sindicales.

Y, en ese mismo sentido, afirman: “Estamos expuestos a amenazas contra nuestra fuente de trabajo, cuando por cuestiones meramente ideológicas y no técnico-operativas, se judicializa la continuidad y desarrollo de un aeropuerto como El Palomar que dejaría en la calle a miles de personas y a las provincias sin todas las rutas operativas”.

En ese marco, la agremiación solicita a las autoridades nacionales, provinciales y municipales “potenciar las fuentes de trabajo, el crecimiento y desarrollo de la actividad aerocomercial, y promover la inversión privada para que la oferta laboral crezca”.

Finalmente, piden también respetar “la libertad individual y asociativa de sus ciudadanos” y que no los “expongan a las prácticas sindicales tradicionales, que amenazan con coartar la propia libertad sindical e individual para, en definitiva, someter a todos a los mismos métodos y cerrar fuentes laborales que consideren que amenazan sus intereses”.