“En Montevideo queremos potenciar el concepto de ser anfitriones”

Instalada en el despacho del subsuelo de la calle San José donde se encuentran las oficinas de Turismo de la Intendencia de Montevideo, Elizabeth Villalba reafirma que la nueva gestión “mantiene la línea de trabajo que hasta ahora tenía” y  explica que se están definiendo las prioridades para los próximos años. La coordinación con el sector privado y el Ministerio de Turismo es considerada fundamental por la nueva directora: “Creo que es la forma en que tenemos que trabajar para tener cierta dirección y coherencia”.

¿Cuál son las prioridades o la orientación para los próximos años?

La prioridad es una necesidad de encontrar todas las herramientas posibles para tener una mirada fuerte, potente y clara de la importancia que tiene el turismo. Esto es educar, trabajar transversalmente este concepto, para que todo el mundo lo pueda incorporar. Desde los actores centrales a los municipios que tienen productos y lugares turísticos, que apliquen esa mirada turística. Educar a la interna de la propia institución, desde inspectores de tránsito a quienes trabajan en atención al público, sobre todo en los espacios de visita. Que se potencie la concepción de ser anfitriones, tener una cultura de cómo recibir al turista. Que la gente quiera volver a Montevideo, una ciudad a escala humana, donde es fácil trasladarse, se puede ir desde el Centro a la zona rural en 25 minutos. Hay que pensar bien los espacios y tener una buena oferta.

¿En qué va a cambiar la gestión del Conglomerado de Turismo que ahora es Bureau de Congresos?

El nuevo Bureau de Congresos, Convenciones y Visitantes va a darle a Montevideo unas posibilidades enormes. Montevideo tiene un gran potencial para atraer reuniones y para esto tienen que trabajar todos los actores articuladamente y brindar servicios de calidad. Hay que tener personal técnico para la captación de reuniones. El Conglomerado se transforma en Bureau para no superponer institucionalidades, y abarcaría las áreas que hasta ahora se vienen trabajando, turismo receptivo, alojamiento, transporte. Todos tienen un rol.

Elizabeth Villalba propone "encontrar todas las herramientas posibles para tener una mirada fuerte, potente y clara de la importancia que tiene el turismo".

Los municipios, creados en 2010,  tienen ahora responsabilidades de infraestructura y de servicios; eso sigue siendo algo novedoso en la gestión departamental.

A partir de las autonomías, de los manejos que tiene cada municipio, pretendemos que eso permita trabajar en talleres de formación para tener esto más aceitado. Hay muchas cosas más, como definir todas las áreas turísticas que son potentes, nuevos circuitos turísticos. Ellos deben saber en cada territorio qué es lo que quieren promocionar desde una mirada turística. Más allá de naturalizar esos lugares hay que proyectar esa mirada.

El Fin de semana del Patrimonio ha ayudado a descubrir espacios con atractivo turístico.

En esos días del Patrimonio es impresionante cómo los montevideanos salen, tiene una enorme demanda, y ahí nos damos cuenta de que a los ciudadanos les gusta disfrutar Montevideo cuando hay una oferta concreta. Hay un consumo de esto cuando uno lo puede ofrecer. Montevideo tiene mucha oferta cultural de distinta índole, circuitos culturales, literarios, religiosos, de tango y milonga. En esto entran los municipios, que nos abran la puerta.

La rambla ha sido propuesta para que la Unesco la reconozca como Patrimonio. Una vez concretada la inclusión del Frigorífico Anglo ¿cree que es la rambla el siguiente espacio que debe ser promovido para obtener esa calificación?

Sí, nuestra rambla es maravillosa. No he visto en otros lugares una rambla con estas características, casi ninguna. Es espectacular por todo lo que propone, la diversidad de imágenes que ofrece, cómo se traduce en mensajes, en historias de la ciudad. La rambla debe ser un circuito a poner en valor.

¿El intendente Daniel Martínez marcó algún objetivo prioritario para turismo?

Estamos trabajando en la definición de los temas, no sólo en turismo sino en todas las áreas. No hay algo concreto excepto renovar y darle un aire fresco al casco histórico de la Ciudad Vieja, que es un objetivo de la Intendencia y hay ideas de mejorarlo junto a los privados. Mejorar los jardines, paseos, veredas, iluminación, la seguridad y otros aspectos. Una cuestión bien importante es que para poner en valor la Ciudad Vieja necesita estar abierta más horas al día, tener vida nocturna, con propuestas culturales en los espacios públicos. Como tiene baja densidad de población es a veces complejo mantener abiertos los comercios.

Revitalizar el casco histórico es uno de los primeros objetivos que se plantea la Intendencia de Montevideo.

También se ha planteado para los fines de semana, sobre todo en temporada de cruceros, y lo mismo ha sido propuesto para la avenida 18 de Julio.

Sí, se hicieron unos talleres de trabajo pensando en la remodelación urbanística del Centro de Montevideo, propiamente en 18 de Julio. Una de las propuestas importantes es cómo iluminar los edificios hermosos que hay en todo 18 de Julio, dándole una nueva relevancia que también tiene valor turístico en un lugar de la ciudad donde circulan muchos visitantes.

¿Hay alguna época del año que se quiera promover?

La ciudad tiene esta característica, no tiene estacionalidad sino que recibe turismo todo el año. Hay un pico en enero y febrero que lo vemos en la ocupación hotelera, con 80% a 83%, pero se mantienen promedios de 63% a 64% el resto del año.

El proyectado Observatorio de Turismo busca generar datos para mejorar la gestión.

Sí, el Observatorio es un objetivo a cumplir a corto plazo, es muy necesario para Montevideo porque nos permitirá obtener datos objetivos y fidedignos. Eso nos sirve a todos, a los operadores turísticos y los actores públicos. Con esa información podemos saber con más precisión cómo se mueve el turismo y cuáles son los aspectos relevantes en los que tenemos que poner atención para mejorar. Se necesita un equipo técnico que procese la información y que los datos sean de calidad, con la cooperación de los actores privados.