Aerolíneas Argentinas suma a Quito a sus vuelos de repatriación

Con el vuelo desde Cancún, el pasado 6 de abril, Aerolíneas Argentinas puso en marcha la segunda etapa de su programa de vuelos especiales de repatriación, para llevar de regreso a la Argentina a los miles de argentinos que aún continúan varados en el exterior, como consecuencia de la crisis sanitaria por la pandemia de coronavirus.

Luego, el 7 de abril realizó un vuelo desde Punta Cana y el 8, desde Bogotá. Pero ahora la empresa anunció que el día 12 realizará una nueva operación desde Quito, ciudad que no forma parte de la red regular de la empresa desde la década del ‘90, cuando fue privatizada.

Este servicio arribará al Aeropuerto Internacional de Ezeiza el domingo 12 a las 20.50 de Buenos Aires. El vuelo AR1911 será operado por un Airbus 330-200, con capacidad para 264 pasajeros.

A través de un comunicado, la empresa subrayó que es la Cancillería argentina la que define los listados de pasajeros en función de las prioridades establecidas por los protocolos sanitarios. “Dicha modalidad es la que rige para la realización de los vuelos de excepción por lo que se ha solicitado a los pasajeros canalizar los requerimientos a través de las oficinas consulares, ya que la compañía no realizará reservas ni comercializará el vuelo en sus canales de venta”, explicaron.

Durante la primera fase de vuelos especiales -entre el 18 y el 27 de marzo-, fueron realizadas 44 operaciones especiales que permitieron el regreso al país de más de 14.000 personas; y si se suman los vuelos regulares, el número asciende a 27.000.

“En línea con el Plan de Reapertura Gradual, Planificada y Segura, dispuesto por el Gobierno Nacional para las fronteras del país, los vuelos se irán planificando de a uno por vez, con la finalidad de regular los flujos de ingreso así como también asegurar el cumplimiento de las medidas sanitarias y de aislamiento preventivo”, aseguró la aerolínea.

Por últmo, comunicaron que su nueva operación especial se encuentra enmarcada también dentro de la política de “corredores seguros”, que establece un límite máximo de reingresos por día de 700 personas por vía aérea.