Ahora que no hay turistas, medirán su impacto en las islas Galápagos
Aprovechando la paralización de la actividad, el Ministerio de Ambiente de Ecuador estudiará el impacto en las zonas más visitadas
Publicada 14/05/20En un marco sin precedentes por la ausencia total de visitantes, el Gobierno de Ecuador aprovechará la oportunidad para estudiar cuál es el comportamiento de las especies nativas, endémicas e introducidas en 34 zonas turísticas de las Galápagos, así como de la calidad de su agua y los impactos en los fondos marinos. Luego, cuando se reanude la actividad, se efectuarán nuevas mediciones para establecer comparaciones.
A través de un comunicado, el Ministerio de Ambiente de Ecuador anunció la realización de un importante estudio para medir el impacto del turismo en el archipiélago de las Galápagos. Aprovechando la ausencia total de visitante, el organismo liderará, de la mano de 35 guardaparques, un relevamiento en 34 zonas turísticas de esta área protegida sobre indicadores biológicos de especies nativas, endémicas e introducidas, así como de la calidad del agua y los impactos en los fondos marinos.
Según se informó, la Dirección del Parque Nacional Galápagos, en colaboración con la Universidad San Francisco de Quito, a través del Instituto de Ecología Aplicada, el Galapagos Science Center y la Fundación Charles Darwin, ya está aplicando el plan de monitoreo de sitios de visita de mayor afluencia.
Por primera vez en la historia de este destino, se contará con “información sobre el estado de los sitios de visita de las áreas protegidas de Galápagos sin la presencia de turistas"
Del mismo modo, una vez que se reactive el turismo en la zona (es su principal fuente de ingresos), se medirán los cambios generados, y se irá evaluando el comportamiento del ecosistema de las islas, información que permitirá tomar las medidas de manejo más apropiadas.
Para esto, los 35 guardaparques que participan en el estudio recibieron capacitación virtual sobre las metodologías para el levantamiento de indicadores, de forma estandarizada.
El plan contempla intervenir 34 sitios de visita terrestres y marinos del archipiélago, situado a unos 1.000 kilómetros del continente y declarado en 1978 como Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco
La investigación de campo incluye la recolección de información sobre el estado de erosión del suelo, cobertura vegetal, calidad del agua e impactos en los fondos marinos, además de la constatación de indicadores biológicos, como el tipo y abundancia de especies nativas, endémicas e introducidas; indicadores de manejo como niveles de seguridad; y estado de la infraestructura.
Asimismo, serán recabados indicadores sobre la presencia de basura por las corrientes y dificultad de desembarque, información que será procesada por un equipo técnico en tiempo real a través de una aplicación en línea que permitirá obtener datos georreferenciados. Y los resultados se obtendrán de manera progresiva entre junio y septiembre de 2020.
La información de la primera fase de este plan permitirá conocer el impacto de la paralización turística en los sitios de visita y la capacidad de resiliencia de los ecosistemas que lo conforman. En la segunda fase se realizará el mismo levantamiento de indicadores, pero con la actividad turística presente en cada sitio para establecer las diferencias.
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