Brasil habilita a bancos privados a dar los créditos públicos para turismo

Tal como lo contó HOSTELTUR la semana pasada, el Ministerio de Turismo de Brasil dispuso la semana pasada de la línea de financiamiento más grande su historia, la cual alcanza los R$ 5.000 millones (casi US$ 870 millones), a través del Fondo General de Turismo (Fungetur).

Esos recursos se establecieron a partir de la Medida Provisional (MP) 963, que propone este paquete de ayuda económica a los proveedores de servicios turísticos registrados en el Cadastur, de la cartera.

Pero, dada la extensión del territorio brasileño, se torna muy difícil para el Estado llegar a distribuir esos recursos de manera federal, y más aún el contexto de la pandemia. Por eso, la normativa habilita también a los agentes financieros privados a ofrecer y otorgar esos créditos públicos. Hasta el momento, ya se han sumado 17.

“Creo que la entrada de estos nuevos socios permitirá que más compañías en nuestro sector, tan castigadas por la nueva pandemia de coronavirus, tengan acceso a esta línea de crédito que es vital en este momento”, aseguró el ministro de Turismo, Marcelo Alvaro Antônio.

Y, en ese aspecto, agregó: “Esta es otra acción más del ministerio para asegurar que nuestro sector, esencial para la economía, no sufra desmantelamiento y salga de esta crisis lo más plenamente posible”.

Vale recordar que están habilitadas para acceder las empresas de los siguientes rubros: campings turísticos; agencias; instalaciones de alojamiento; parques temáticos; compañías de transporte turístico; espacios de espectáculos y sus equipos de animación; centros de convenciones; turismo náutico y la pesca deportiva; emprendimientos de entretenimiento, relax y parques acuáticos; alquiler de autos; organizadores de eventos y proveedores de servicios de infraestructura para esos eventos; proveedores especializados en segmentos turísticos; y restaurantes, cafeterías y bares.

Las empresas podrán solicitar hasta R$ 30 millones en préstamos para utilizar en capital de trabajo en este momento de pandemia. La tasa de interés aplicada debe ser del 5% anual, más INPC con plazo de pago en 60 meses. La expectativa, concluyeron, es que el 80% de esos R$ 5.000 millones se destinen a micro, pequeñas y medianas empresas. En tanto, las empresas grandes pueden acceder al 20% restante.