Denuncias y acusaciones cruzadas por remate de aviones de Pluna
Publicada 14/06/14
Las actuaciones judiciales sobre la venta de los aviones de Pluna tienen nuevas derivaciones e, incluso, se abren nuevos frentes de litigio con la denuncia por intento de extorsión que el titular de Buquebus, Juan Carlos López Mena, presentó contra los dueños de la quebrada empresa española Cosmo. Al mismo tiempo, el ex abogado de López Mena –que acaba de desvincularse de Buquebus- presentó una demanda a la Justicia por honorarios impagos, daños y perjuicios: reclama US$ 1,8 millones.
El affaire Pluna, principalmente los hechos alrededor de la subasta de los aviones del 1° de octubre, tuvieron una semana movida. La aparición en público de Antonio Álvarez Hernández, titular de la ignota aerolínea Cosmo –que supuestamente había comprado por US$ 137 millones los siete aviones de Pluna rematados en 2012- permite incorporar nuevos elementos a la causa que se dirime en la Justicia de Crimen Organizado, a cargo de la jueza Adriana De los Santos y el fiscal Juan Gómez.
El empresario español entregó al diario El País una veintena de correos electrónicos que supuestamente había intercambiado con Hernán Antonio Calvo Sánchez, quien en nombre de Cosmo pujó en la subasta, y gestionó un aval en el Banco República para poder comprar los aviones. Por irregularidades en la concesión de este aval fueron procesados sin prisión el ex ministro de Economía, Fernando Lorenzo, y el ex presidente del Banco República, Fernando Calloia, así como el escribano Pablo Seitún, quien omitió chequear la identidad del comprador.
En el intercambio de mails, fechados entre el 1° de octubre –día del remate- y el 27 de noviembre de 2012, se desprende que Calvo Sánchez habría actuado cumpliendo órdenes de López Mena, dueño de Buquebus y la aerolínea BQB. En esos comunicaciones, el presunto representante de Cosmo en el remate afirma que inmediatamente después del remate estaba negociando que el gobierno hiciera una recompra de las aeronaves.
"Tal como hablamos por teléfono, voy a presentar la oferta por Cosmo de los aviones de Pluna. En cuanto termine te llamo y te cuento que tal salió. Obviamente que no implica ningún compromiso para Cosmo, quizás algo a nivel mediático. Te aviso por si algún periodista llamase a tu oficina (no creo), pero en tal caso diles que tienes un funcionario en la subasta (no des nombres tampoco), y si preguntan no digas que tienes relación con Buquebus. Estamos en contacto. Te aviso apenas salga", dice uno de los correos electrónicos que recibió Álvarez Hernández desde una casilla de Calvo Sánchez.
Ese mismo día pero 22 minutos después, desde la misma casilla sale otro correo para Álvarez Hernández confirmándole que Cosmo había "ganado" la subasta y de esa forma "se ha quedado con los aviones". "No te preocupes, que estoy negociando para que los recompre el Estado en este mismo momento… Y se los alquilará `seguramente` a BQB", aclara en el texto, según publicó El País.
"Intento de extorsión"
La fiscalía pidió incorporar las mails al expediente y citar a Antonio Álvarez, quien podría comparecer ante la Justicia uruguaya vía Skype o a través de la Justicia española mediante exhorto.
En entrevistas en otros medios, Álvarez aseguró que Calvo Sánchez y Buquebus le habían prometido US$ 13,7 millones por prestar el nombre de Cosmo para la subasta y que sólo recibió 500.000 euros. Al trascender que su empresa –con dos aviones y varias deudas- había comprometido US$ 137 millones en una compra, los acreedores lo ejecutaron. Por eso, afirma, salió a denunciar esta trama.
Una vez conocidas las revelaciones públicas de Antonio Álvarez, el presidente de Buquebus y BQB, Juan Carlos López Mena, presentó una denuncia contra los propietarios de Cosmo por "intento de extorsión" a través de un escrito presentado por su abogado Jorge Pereira Schurmann en el juzgado de Crimen Organizado de 2° turno, según informó el semanario Búsqueda.
El empresario dijo a Búsqueda que su papel en el caso Pluna fue "referir a Hernán Calvo como posible interesado en el remate de los aviones". "Es Hernán Calvo el que tenía negocios con Cosmo y el que conoce al señor Antonio Álvarez. A Hernán lo conozco desde que era un niño y sé que se trata de una persona honrada y muy capaz. Por esa razón traté de facilitarle las cosas para que se pudiera llevar adelante el negocio. Al señor Antonio Álvarez no lo conozco y no le permitiré que pretenda abusar de mi buena voluntad", afirmó.
Según López Mena “los principales de la empresa Cosmo, Antonio Álvarez y Gabriel Zarza” adjudicaron a la participación en la subasta ser la causa de problemas financieros que podían llevar a Cosmo a la quiebra “que luego nos enteramos eran preexistentes al remate".
Reconoció que accedió a “prestarle” 500.000 euros a Cosmo pero que en "los meses siguientes a todos estos hechos, con distinto tono y de diferente manera" fue "recibiendo reclamos" de Álvarez y Zarza a través de Calvo en algunos casos "pedían cooperación para poder cumplir con determinados actos que les permitirían certificar sus aeronaves y arrendarlas en Europa" y en otros "hacían planteos claramente extorsivos, amenazando con la revelación de información, mails y documentos que nosotros desconocíamos y que ahora, a través de la prensa, muchos de ellos se han podido conocer".
Por su parte el ex abogado de López Mena, Daniel Rocca Balea –recientemente desvinculado de Buquebus- presentó una demanda judicial en reclamo de honorarios impagos, daños y perjuicios "derivados por el ofensivo y desleal obrar" del empresario, según Búsqueda.
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