“Necesitamos incentivar rápidamente una demanda que va a ser inexistente”

Cuando Bernardo Racedo Aragón llegó a la cartera turística de la provincia argentina de Salta, en 1999, el lugar acababa de salir de una epidemia de cólera que la había llevado de tener 500.000 turistas al año a apenas 285.000, con casi la totalidad del empresariado local al borde de la quiebra y una demanda que había perdido la confianza. Siete años después, Salta se había convertido en un destino consolidado, con 1,2 millones de pasajeros al año y una sólida malla aerocomercial. ¿Cómo lo hizo?

El actual presidente de KNOW Consulting participó de las Jornadas Online HOSTELTUR Latam, que se desarrollaron el pasado jueves, y allí contó paso a paso cómo se construyó esa transformación, partiendo de un contexto que podría considerarse similar al actual, sólo que a otra escala.

“Lo primero que hicimos fue unirnos los sectores público y privado, pero de verdad, en la realidad. En la cartera de Turismo, el número uno lo puso el Gobierno, porqwue era una figura política; pero el número dos lo puso la industria. Y desarrollamos planes de trabajo que podíamos hacer juntos, cada uno aportando desde su lugar”, explicó.

En ese sentido, señaló que el modelo de “consejo asesor”, en el que los privados trabajan junto al Estado es positivo, pero consideró que su propuesta implica “un paso más allá”: que los privados directamente ocupen una silla y cogobiernen, porque, según su visión, el rol de los estados será clave en el actual proceso de recuperación.

Pero, ¿cómo convencer a los líderes gubernamentales de que den al turismo ese protagonismo y, sobre todo, presupuestos suficientes? “La convicción nace de uno mismo, se logra”, afirmó Racedo Aragón, y explicó que el turismo ya tiene peso propio en los PIB de todos los países de la región.

“Es imposible poner en marcha la industria sin los estados. Pero sólo lo logrará si los privados se comprometen con la situación, en materia de precios y participación”, agregó, y explicó que gracias a eso en Salta lograron crear 220 hoteles en siete años, mientras que en Tucumán abrieron 72 en muy poco tiempo.

En ese contexto, subrayó que “el turismo es un espiral en el que primero se recuperarán los mercados más cercanos”, y que para ello la conectividad es clave. Por eso, exhortó a los Gobiernos a incentivar económicamente a la oferta, tal como lo hizo en las dos provincias que lideró turísticamente.

Y, desde su propia experiencia de éxito, concluyó: “Los destinos tienen que tener claro cuál es su capacidad real de atraer pasajeros. Si tengo claro es número, puedo garantizarle económicamente al empresario el éxito de la propuesta. Si el Gobierno está convencido de los turistas que puede captar, ¿por qué no garantizarle a la aerolínea un piso de facturación? Eso lo hemos hecho en Salta; luego con Ricardo Sosa (actual presidente del Inprotur) en Santiago del Estero; más tarde en Tucumán; y también en el sur de la Argentina, en Trelew y en Puerto Madryn. Siempre ha sido exitoso, pero son transiciones para permitir que esto arranque. Necesitamos incentivar rápidamente una demanda que va a ser inexistente”.