Colombia habilita sus playas bajo protocolos oficiales
El Ministerio de Salud nacional los publicó en la Resolución 1538 que establece cómo deben operar las playas del país
Publicada 05/09/20- El Ministerio de Salud de Colombia publicó la Resolución 1538, que establece los protocolos para la reapertura de las playas del país
- Los destinos y concesionarios de playas colombianos deberán cumplir con cinco fases de preparación para su reapertura a los visitantes
- Las autoridades indicaron que aquellas playas que no cuenten con la infraestructura requerida para los protocolos no podrán ser abiertas
El 1° de septiembre Colombia salió de su cuarentena y puso en marcha una nueva fase en su desescalada de la pandemia de COVID-19, en la que el turismo interno quedó habilitado en la mayor parte del territorio. En ese contexto, el Ministerio de Salud publicó la Resolución 1538 en el que establece los protocolos que deben seguirse para la apertura segura de la playas. De este modo, las que los cumplan quedan habilitadas para recibir visitantes.
En el marco de la desescalada de su turismo doméstico, iniciada el 1° de septiembre pasado, las playas de Colombia ya pueden comenzar a recibir turistas, siempre que cumplan con los estrictos protocolos establecidos por las autoridades nacionales y aseguren que también lo harán sus visitantes.
Para regular esta operatoria, el Ministerio de Salud publicó la Resolución 1538 de 2020 que dispone, justamente, cuáles son esos protocolo de bioseguridad para actividades que en ellas se realicen, minimizando el riesgo de contagio de COVID-19. De ese modo, se reglamentan el alquiler de casetas, taquillas y hamacas, entre otros, de manera complementaria a las decisiones generales que indica la Resolución 666 de 2020.
Según lo informó el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo en un comunicado, la norma “aplica para los alcaldes distritales y municipales con jurisdicción sobre playas turísticas, concesionarios, proveedores de servicios, usuarios y comunidad local”. Para ello, la labor será coordinada desde los Comités Locales para la Organización de Playas.
Desde luego, se aclara que las playas que no cuenten con la infraestructura necesaria para aplicar el protocolo no podrán habilitar el servicio al público.
En el caso de las autoridades locales de territorios que cuenten con playas, sus concesionarios deberán tener un plan de apertura que cuenta con cinco fases, y la primera de ellas implica determinar si cada playa tiene la infraestructura necesaria para aplicar el protocolo y, en consecuencia, abrir al público.
La segunda fase hace énfasis en la preparación de los actores de la playa, y es en ese contexto que se planea el esquema operativo y se designa al personal necesario para asegurar que se cumplan las medidas. En la tercera, explicaron, se evalúa la capacidad de carga de la playa, revisando la zonificación propuesta por la Dirección General Marítima (Dimar). Como resultado de esto, se determinará el aforo de cada una, considerando que sólo se permitirá una persona por cada 10 metros cuadrados.
La cuarta instancia es la de revisión del cumplimiento de las medidas y de emitir recomendaciones para la operación de playas. Y la quinta, el propio inicio de las actividades.
En todo este proceso, las autoridades locales y los concesionarios de playas deben realizar un enorme esfuerzo de adaptación de sus procesos y de su funcionamiento. En detalle, deberán delimitar el perímetro de la playa, demarcando claramente sus linderos, un área de ingreso y otra de salida; disponer de áreas de desinfección de manos y señalización alusiva a este tema; no permitir el ingreso de personas con síntomas de gripe o temperatura corporal mayor a 38ºC; disponer de sitios fuera de la arena para la desinfección del mobiliario; y establecer mecanismos de control de ingreso y número de personas que pueden permanecer en la playa, para lo cual se contará con el apoyo de la Policía.
Además, tendrán que determinar un área para la venta de alimentos donde haya distanciamiento de al menos 2 metros entre las personas que allí trabajen; asegurar que las carpas, sillas, camas, entre otros, que estén en la playa guarden una distancia de 2 metros entre los distintos núcleos familiares; delimitar las zonas de parqueo; establecer un protocolo de desinfección del mobiliario de playa y realizar la limpieza y desinfección luego de cada uso por parte del turista y al final del día; efectuar una adecuada manipulación de residuos; suministrar kits de protección a los trabajadores de playa; prohibir las aglomeraciones y el alquiler de equipos de careteo o snorkeling; limitar el tránsito de las personas a lo largo de la playa; prohibir el consumo de bebidas alcohólicas; contar con un plan de comunicaciones donde se divulguen ampliamente las medidas; y, finalmente, se sugiere que la actividad en las playas se lleve a cabo entre las 6 de la mañana y las 5 de la tarde, con horarios de apertura y cierre escalonados, con turnos establecidos para trabajadores y usuarios.
Los visitantes, por su parte, deberán cumplir con todos los protocolos de bioseguridad y distanciamiento; mantener la higiene; utilizar el tapabocas cubriendo la nariz durante toda la permanencia en la playa y guardarlo al ingresar al agua en una bolsa, para ser usado nuevamente cuando se sale del agua; responsabilizarse por los propios residuos; permitir que se realicen todos los protocolos de bioseguridad, como la toma de temperatura; y contar con un kit que contenga alcohol.
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