Los números que alientan a Brasil a impulsar los cruceros pese al COVID-19
Los datos de la temporada pasada muestran que por cada real invertido se recaudaron R$ 4,63
Publicada 30/09/20Lejos de haber contenido el avance de la pandemia y mientras registra rebrote en algunas ciudades importantes, Brasil se mueve a todo vapor hacia la temporada de cruceros 2020/2021. Más allá de que las navieras se muestren como una propuesta segura, los números parecieran ser el gran motor para el impulso del segmento. Los datos de la temporada pasada muestran que el segmento creció un 7,6%, se generaron 33.745 empleosy que por cada real invertido se recaudaron R$ 4,63.
A la fecha, Brasil acumula más de 4,75 millones de casos positivos de COVID-19, lo que lo transforma en el segundo país en cantidad de contagios, con casi el 1,25% de los infectados del planeta. Además, ya ha superado los 142.000 fallecidos. Aunque es cierto que la famosa curva parece haberse amesetado en las últimas semanas, se han detectado rebrotes en algunas ciudades importantes, como Río de Janeiro.
A pesar de este escenario, desde junio Brasil puso en marcha una gradual reapertura de su actividad turística, que a finales de la semana pasada se completó con la habilitación total de sus aeropuertos para los arribos internacionales por esa vía (terrestres y acuáticos siguen restringidos por otros 30 días). Y desde aquel mismo momento el Gobierno anunció que habilitaría la temporada de cruceros durante el verano sudamericano.
(Ver: Brasil libera sus fronteras aéreas)
Inmediatamente, MSC Cruceros ratificó su operación durante la temporada 2020/2021, sumando a la programación a Argentina y Uruguay, con un total de cuatro barcos, a los que apuestan a mostrar como una propuesta segura en términos sanitarios, con la experiencia de los cruceros ya puestos en funcionamiento en Europa.
(Ver: Cómo será la temporada de MSC Cruceros en Sudamérica)
Y así será. Brasil tendrá cruceros a partir de diciembre, fundamentalmente porque se trata de un segmento de altísimo impacto en la recaudación de divisas del país, que necesita (como todos los países del planeta) ya mismo minimizar la caída de su economía durante 2020 e iniciar un proceso de recuperación durante 2021.
Para cuantificar ese impacto, se dio a conocer en los últimos días el “Estudio y Perfil de Impactos Económicos de los Cruceros Marítimos en Brasil - Temporada 2019/2020”, elaborado por CLIA Brasil y la Fundación Getúlio Vargas (FGV), con datos inéditos sobre los beneficios de esta actividad.
Con sólo un primer vistazo a los datos generales, se puede comprender por qué tanto interés en poner en marcha este segmento cuanto antes: durante la temporada pasada los cruceros inyectaron a la economía de Brasil nada menos que R$ 2.240 millones (US$ 396,4 millones), lo que significó un crecimiento del 7,6% respecto a la del año anterior; la generación de 33.750 empleos; y se puede traducir como una recaudación de R$ 4,63 por cada real invertido.
Al respecto, el ministro de Turismo, Marcelo Álvaro Antônio, aseguró: “El turismo fue uno de los más afectados del mundo y el Ministerio de Turismo ha estado trabajando incansablemente para garantizar la reanudación de todos los segmentos de la manera más segura para todos”.
“Los excelentes números registrados en la última temporada de cruceros, incluso en un escenario adverso, reafirman el potencial del turismo para impulsar el desarrollo económico y social de nuestro país”, agregó el funcionario.
Ofreciendo mayores precisiones de la distribución de ese impacto económico, el estudio detalla que los sectores que mayores beneficios obtuvieron del gasto de los cruceristas y las tripulaciones fueron el comercio minorista (R$ 335,2 millones), alimentos y bebidas (R$ 333,4 millones), transporte antes o después del viaje (R$ 177,8 millones), recorridos turísticos (R$146 millones), transporte en las ciudades visitadas (R$ 71,3 millones) y alojamiento antes o después del viaje en crucero (R$ 46,4 millones).
Según el informe, la pasada fue la tercera temporada consecutiva con cifras en alza. En total, fueron 470.000 cruceristas, los cuales abordaron ocho barcos para recorrer Santos, Río de Janeiro, Buzios, Salvador, Ilha Grande, Ilhabela, Ilhéus, Recife, Maceió, Angra dos Reis, Porto Belo, Cabo Frío, Ubatuba Itajaí y Balneário Camboriú, sumados a los regionales a Buenos Aires, Montevideo y Punta del Este.
Cada uno de ellos gastó en esa experiencia un promedio R$ 3.256 (unos US$ 575) y el tiempo promedio de viaje fue de 5,2 días. Además, en las ciudades en las que recalaron el efecto fue de R$ 557,32.
Al respecto, el presidente de CLIA Brasil, Marco Ferraz, opinó: “Incluso con la pandemia, que acortó la temporada en un mes, tuvimos cifras positivas. Para CLIA y la industria de cruceros, el cumplimiento, el medio ambiente y las personas siempre son lo primero, por lo que estamos trabajando con las autoridades para que la temporada 2020/2021 suceda con nuevos protocolos que garantizarán el máximo salud, seguridad y bienestar de los cruceros”.
“Estamos ansiosos por volver a ver a nuestros huéspedes, crear experiencias memorables y visitar destinos, contribuyendo a un impacto económico positivo en los lugares por donde pasan los barcos, generando nuevamente ingresos y empleos”, expresó el directivo.
Finalmente, de acuerdo al informe, el 92% de los encuestados manifestó su deseo de realizar un nuevo viaje en crucero, mientras que el 87% quiere volver a su destino de escala. De hecho, más de un tercio de los pasajeros fueron repitentes (el 34%), en tanto que 66,1% hizo su primer viaje en barco. Más aún, quienes ya habían probado la experiencia, habían viajado en crucero un promedio de cuatro veces.
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