“En Ecuador estamos ya viviendo la nueva normalidad”

Cuando explotó la pandemia, allá por marzo, las fatídicas imágenes de la crisis sanitaria en Ecuador, especialmente en Guayaquil, dieron la vuelta al mundo mostrando los efectos devastadores del virus. Sin embargo, ya entrado octubre, el país se encuentra “abierto al mundo” y “viviendo en la nueva normalidad”, con su actividad turística en marcha y con perspectivas de recuperar las cifras de 2019 durante el segundo trimestre de 2021, mucho antes que el resto de la región. ¿Cómo lo hizo?

En esta videoentrevista exclusiva con HOSTELTUR, el viceministro de Turismo de Ecuador, Ricardo Zambrano, lo explica detalladamente, y también cuenta cómo es esta “nueva normalidad” que experimenta su mercado interno y también su incipiente receptivo internacional.

El país puso fin al estado de excepción en el que vivía el país desde marzo; abrió sus aeropuertos de Quito y Guayaquil para recibir visitantes de todo el mundo, sin distinciones; y desde el 11 de septiembre eliminó el requisito de cuarentena al momento del arribo, reemplazándolo por el de la presentación de un PCR negativo con hasta 10 días de anterioridad al viaje.

De este modo, señaló Zambrano, la nación ya está recibiendo hoy pasajeros de distintas partes de Europa, Estados Unidos, México y Chile, entre otros, los cuales pueden ingresar y moverse sin restricciones.

Pero, para lograr esto el viceministro asegura que Ecuador debió desarrollar e implementar 22 protocolos de bioseguridad específicos y segmentados para el sector. Así, sostuvo, se pudieron reabrir la totalidad de los destinos, empezando por Galápagos, que comenzó a recibir visitantes el 1° de agosto y hoy tiene tres frecuencias semanales en la ruta Quito/Guayaquil/Galápagos. Y también poner en marcha la ciudad de la Mitad del Mundo, atractivo clave de Quito.

Zambrano reconoció que el primero en recuperarse está siendo el turismo interno y, de hecho, ratificó esa apuesta por parte del Ministerio de Turismo nacional. Como resultado, aseguró que fue un éxito el feriado del 9 de octubre, “el primer feriado de la nueva normalidad”, para el que los ecuatorianos parecen haber privilegiado las playas y las sierras, es decir, espacios abiertos y de naturaleza.

Reconstrucción y adaptación

Con este escenario de reactivación, el funcionario se mostró optimista respecto al proceso de recuperación del turismo ecuatoriano. Tras haber hecho una cuantificación de los daños provocados por la pandemia, la cartera tiene dos cosas más que claras: por un lado, se prevé alcanzar los números de 2019 durante el segundo trimestre de 2021, es decir, mucho más rápido que cualquiera de sus vecinos de la región; y por el otro, que el tejido empresarial ha quedado sumamente afectado y debe reconstruirse a partir de un proceso de “adaptación”.

“Estamos frente a una de las peores crisis de los últimos 100 años, pero no de edificios caídos, sino de negocios cerrados y empleos perdidos. Nosotros también tuvimos establecimientos que han cerrado. Pero las crisis generan oportunidades y la austeridad, creatividad”, enfatizó.

“Es un momento para que, de manera articulada, el sector público y el privado empecemos a trabajar en cómo repensamos la actividad y los modelos de negocios. Muchos establecimientos han visto el lado positivo de la emergencia y han adaptado su modelo a la nueva normalidad. Y no sólo las empresas, sino también los destinos”.

Zambrano admitió que el sector privado de Ecuador está profundamente dañado por la pandemia, pero aseguró que confía en su capacidad de adaptación y transformación

Sobre este tema, este medio le consultó si creía que el sector privado ecuatoriano se encontraba “atrasado” en materia de modelos de negocios y digitalización, y la respuesta fue contundente: “Sí”. Pero Zambrano explicó que se trata de una falencia que puede evidenciarse a lo largo de toda América Latina, la cual, según su visión, todavía utiliza modelos de la década del ‘80. “Tenemos que entender las tendencias”, sostuvo, y aseveró que el mundo atraviesa una “era de transformación digital y colaborativa” y que la pandemia forzó al país a avanzar en un año lo que le hubiera demandado tres.

Finalmente, admitió que le preocupa la expansión de una “segunda ola de contagios” en Eruopa, la cual pueda extenderse a otros países e impedir la frecuperación de esos mercados para el receptivo ecuatoriano. Y, en ese aspecto, consideró que hoy la actividad turística a nivel global registra una nueva forma de estacionalidad, que no tiene que ver con las cuestiones climáticas, sino con los picos producidos en los países emisores y receptores. “Pero, una vez más, la clave será saber adaptarse”, concluyó.