Optimismo moderado: Argentina espera una leve reactivación en 2021

Como lo ha hecho desde abril, el estudio económico Singerman & Makon realizó un estudio de expectativas de consumo en la Argentina, y desde aquel entonces, al inicio de la pandemia, los viajes y el turismo siempre se han mantenido al tope de las prioridades para cuando se vea rehabilitada la actividad, a pesar de la fuerte merma de la capacidad de ahorro y del temor al contagio.

Pero en su última edición (con datos acumulados de abril/agosto), que lleva como título “Desafíos del turismo en Argentina - El día después de la pandemia”, se incluyó una proyección de las expectativas tanto para el turismo interno argentino como para su receptivo internacional. Para eso, la consultora trazó tres escenarios posibles, uno de base, uno optimista y otro pesimista para este 2020 y para 2021, en un mercado que todavía no habilitó el turismo más que en unos pocos municipio bajo experiencia “piloto”.

Dentro de ese “escenario base”, este año concluiría con una disminución del turismo interno del 12% frente a 2019, mientras que en 2021 habría un crecimiento del 14% contra 2020, lo que habla de una expectativa más que moderada pero alentadora.

Y esto mismo se refleja en el internacional: para 2020, se calcula una baja del 72%; y para 2021, del 36%, es decir, una reducción significativa pero todavía muy lejos de un punto de recuperación.

¿Cuáles serían el mejor escenario? El más optimista prevé para 2020 un inverosímil 4% de caída del turismo interno (la actividad está prohibida desde marzo y no hay perspectivas de reapertura general hasta diciembre); y para 2021 un crecimiento interanual del 27%. En cuanto al receptivo, estiman un 50% de baja para este año y otra de apenas el 7% para el próximo, algo que sólo podría ocurrir si, además de eliminarse todas las restricciones en el país y en los mercados emisores, se contara ya con una vacuna masivamente distribuida.

¿Y el peor escenario? Más que pesimista sería devastador para el turismo argentino: en el doméstico, caídas consecutivas del 36% y del 4%; en los arribos del exterior, nada menos que del 92% y del 76%.

En ninguno de los casos, ni en el optimista, el pronóstico es óptimo. Sin embargo, el informe incluye algunos datos que pueden contribuir a creer que estas perspectivas puedan mejorar a medida que se brinden mayores certidumbres sobre el proceso de apertura, y el primero de ellos tiene que ver con las ganas de viajar.

Según el estudio, los “Viajes” se mantienen al tope de las prioridades de consumo de los argentinos, seguidos por “Cultura y entretenimiento” y “Restaurantes y gastronomía”, todas ellas vinculadas al turismo. Pero, además, el 51% de los encuestados manifestó sentir hoy más ganas de viajar como consecuencia del aislamiento.

Todo esto, como se señalaba, a pesar de factores que juegan muy en contra de que esto se concrete. En el aspecto económico, la mitad sufrió una caída en sus ingresos; que dos de cada tres perdieron total o parcialmente su capacidad de ahorro; y el 42% estima destinar parte de sus ahorros a la compra de bienes y servicios. En lo sanitario, el temor al contagio sigue siendo clave, y el 49% no viajará a destinos que considere “riesgosos” por más atractiva que fuera la oferta.