República Dominicana pone “vigilantes sanitarios” en los hoteles

A través de una serie de decretos, el presidente de República Dominicana, Luis Abinader, extendió por otros 45 días el estado de emergencia en el país (desde el próximo 16 de enero) con el objetivo de dar continuidad al combate contra el COVID-19, cuyos casos han aumentado significativamente en las semanas recientes.

Entre las medidas se incluye la restricción de asociación, reunión y de tránsito. En efecto, se prohíbe la organización, promoción y ejecución de actividades masivas, fiestas o similares en las instalaciones turísticas en todo el país.

Para hacer cumplir esa orden (teniendo en cuento la diversas situaciones que se produjeron en algunos resorts del país y que derivaron en sanciones a una propiedad de Riu y a otra de Palladium), el Gobierno dispondrá de “vigilantes sanitarios”, bajo la coordinación de varios organismos.

Según lo explicó el propio mandatario en los argumentos de la norma, la decisión apunta a "adoptar las medidas necesarias para garantizar el fortalecimiento de la capacidad de respuesta hospitalaria pública y privada, y evitar la saturación del sistema nacional de salud”.

Pero, dado que el turismo es una industria clave para el país, también se incluyeron algunas medidas de alivio. Por ejemplo, flexibilizó entre una hora y tres horas el horario del toque de queda vigente, con el propósito de que las personas dispongan de mayor tiempo para regresar a sus hogares.

Esa flexibilización se pondrá en ejecución a partir del lunes 11 de enero y regirá hasta el 26, cuando las autoridades podrían prorrogarlas, tal y como lo han venido haciendo desde marzo pasado. A la fecha, República Dominicana acumula 178.538 casos positivos y 2.424 fallecidos.