Tres de cada cuatro empresarios brasileños son “optimistas” sobre 2021

La Federación Brasileña de Hospedaje y Alimentos (FBHA), que agrupa a los empresarios hotelero-gastronómicos de Brasil, realizó una encuesta para medir el ánimo del sector respecto a 2021, año que encontró al país sumido todavía en la crisis sanitaria, con más de 10 millones de contagiados y más de 251.000 fallecidos, lo que lo ubica en el podio de los más afectados del planeta.

Sin embargo, su actividad turística se mantiene abierta, en marcha desde junio (con algunos altibajos) y con un incremento del flujo de pasajeros doméstico que se verifica mes tras mes. En definitiva, un escenario complejo.

El estudio mostró que el 45% de los empresarios de hoteles, posadas, restaurantes, bares y similares de todo el país cree que la actividad económica sectorial crecerá en 2021, respecto a 2020, mientras que el 29% espera que se mantenga estable.

¿Cómo se interpretan estos datos? El Ministerio de Turismo brasileño publicó el informe de la FBHA sumando ese 45% al 29% mencionados, y sostiene entonces que casi el 75% es optimista. Desde ese punto de vista, sólo el 26% cree que será peor, a pesar del mal contexto sanitario y su impacto en el receptivo internacional.

Sin embargo, otra manera de leer esos números es que a pesar de lo malo que fue 2020, menos de la mitad de los empresarios considera que 2021 será mejor. Y siguiendo esta línea, el 55% estima que será peor o igual.

El presidente de la FBHA, Alexandre Sampaio, en sintonía con el Gobierno federal, abonó la primera teoría, aunque con mucha moderación, y sostuvo que la vacunación de la población contra el COVID-19 debería permitir la plena reanudación de las actividades.

“La vacunación general de la población es nuestra mejor oportunidad para poder retomar las actividades por completo. Sin duda, queda mucho camino por recorrer”, aseveró el dirigente.

Según los datos de la Confederación Nacional de Comercio de Bienes, Servicios y Turismo (CNC), la hotelería y la gastronomía perdieron el año pasado R$ 261.000 millones (más de US$ 46.600 millones), mientras que desaparecieron 397.100 empleos formales.

Finalmente, Sampaio señaló que el comercio enfrenta “intensos desafíos para su recuperación”, especialmente en lo que respecta al turismo de eventos. “Este segmento específico, dentro de las actividades turísticas, está debilitado. En los centros de las ciudades, es el que más mueve alimentos y hoteles. Además, tuvimos una reducción significativa en el hosting corporativo, que se puede incluir dentro de este aspecto. Con el crecimiento del home office, las empresas buscan cada vez menos medios externos para estructurarse”, concluyó.