IATA critica “gestión arcaica” del tráfico aéreo en Buenos Aires
Regulación “inteligente” y capacidad aeroportuaria son los grandes desafíos del transporte aéreo en la región
Publicada 05/06/17“En Argentina, la gestión arcaica del tráfico aéreo en Buenos Aires y sus alrededores socava la competitividad de las aerolíneas de la región y provoca retrasos y vuelos más largos”, expresó Peter Cerdá, vicepresidente regional de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) para las Américas, previo a la 73ª Asamblea General del organismo. Señaló también la necesidad de ampliar la capacidad de aeropuertos clave, como los de Lima y Ciudad de Mexico.
La Asamblea General de la IATA se reúne este lunes y martes en Cancún. En las horas previas, el vicepresidente para las Américas, Peter Cerdá, urgió a los gobiernos de la región latinoamericana a que “maximicen los beneficios de la aviación con la mejora de sus infraestructuras y la aplicación de una regulación inteligente”.
Con respecto a Argentina, Cerdá mencionó que el gobierno ha introducido “cambios positivos” en el marco regulatorio del país con la aprobación de nuevas rutas y nuevos operadores; “pero urge la modernización del sistema de control de tránsito aéreo argentino para una aviación próspera”.
“En Argentina, la gestión arcaica del tráfico aéreo en Buenos Aires y sus alrededores socava la competitividad de las aerolíneas de la región y provoca retrasos y vuelos más largos”, afirmó el representante de IATA.
Las perspectivas regionales son positivas ya que “unas tarifas aéreas más bajas, el aumento de la renta y el crecimiento demográfico están favoreciendo el progresivo aumento de la demanda de pasajeros en Latinoamérica”, indicó Cerdá.
"Si, como se espera, se duplica el tráfico de pasajeros en 2034 en Latinoamérica, la contribución de la industria del transporte aéreo al PIB regional podría pasar de 140.000 millones de dólares a 322.000 millones de dólares. La industria camina en la senda para alcanzar ese crecimiento de forma sostenible. La población latinoamericana quiere ‒y necesita‒ viajar dentro y fuera de su continente. Y los negocios dependen de enlaces aéreos eficientes entre mercados alejados. Desafortunadamente, los gobiernos de la región frenan el crecimiento sostenible con sus infraestructuras deficitarias y una regulación débil", estableció el vicepresidente regional de IATA para las Américas.
Necesidad de infraestructuras
Algunos de los principales aeropuertos de la región no tienen capacidad para absorber la elevada demanda y los casos más críticos son, a juicio de IATA, los del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, en Lima y el de Ciudad de México.
Respecto a Lima, “su baja capacidad está frenando la expansión y la oportunidad de convertirse en un centro de conexiones. Con una terminal diseñada para atender a 10 millones de pasajeros al año, el aeropuerto recibe actualmente la visita de 17 millones de pasajeros, lo que impide que las aerolíneas puedan aumentar su capacidad para satisfacer la creciente demanda”.
El aeropuerto de Ciudad de México, por su parte, uno de los principales hubs de la región, está limitado también por una “infraestructura obsoleta”, según la asociación de transporte aéreo. “El nuevo aeropuerto resolverá las limitaciones actuales, pero pasarán varios años antes de que México disfrute de sus ventajas. Mientras, el aeropuerto actual ‒en el límite de su capacidad operativa‒ sólo puede añadir nuevos vuelos en horario nocturno. Es necesario que el aeropuerto aplique plenamente las directrices mundiales de slots de la IATA para optimizar su capacidad”.
Regulación inteligente
Además de la situación descrita de Argentina y sus necesidades de actualización, Cerdá también pidió a los gobiernos de la región que velen por una supervisión regulatoria alineada con los principios de la regulación inteligente, porque “toda regulación debe perseguir objetivos bien definidos y mensurables que se puedan cumplir de la forma menos onerosa posible. La cooperación transparente entre gobiernos e industria favorece cualquier marco regulatorio".
Brasil es uno de los casos en la región “donde la regulación poco ortodoxa frena la expansión de la industria aérea”. Entre los ejemplos “más onerosos” la IATA menciona su política de combustible, “que aumenta los costes de las aerolíneas en 660 millones de dólares anuales, y las normas que sancionan a las aerolíneas por retrasos y cancelaciones ‒incluso por motivos ajenos a la propia compañía aérea”.
También preocupa a las aerolíneas que el Congreso mexicano haya aprobado recientemente una legislación que, “si se convierte en ley, debilitará la competitividad de las aerolíneas que operan en el país”. La IATA se refiere a la legislación, que modifica la Ley de Aviación Civil del país, permite el uso no secuencial de billetes aéreos, la obligación de indemnizar a los pasajeros por retrasos y la facturación gratuita de equipaje en vuelos domésticos.
“Latinoamérica tiene todos los elementos necesarios para convertirse en una historia de éxito de la aviación: aerolíneas competitivas y eficientes, una clase media en crecimiento, unas condiciones demográficas favorables y una orografía difícil que exige viajar en avión. Sin embargo, a excepción de Panamá y Chile, los gobiernos de la región no tratan a las aerolíneas como socios valiosos capaces de impulsar el desarrollo económico y social. Si Latinoamérica no atiende urgentemente sus problemas de infraestructura, podría dejar de ganar unos 42.000 millones de dólares en 2034", asumió Cerdá.
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