Empresarios turísticos argentinos: entre extinguirse o salir mejores

¿Qué es el CITA 2021, más allá de una sigla que designa al Congreso Internacional de Turismo Argentino?

- CITA es un espacio que en la CAT consideramos esencial para atravesar la coyuntura que estamos viviendo, porque es un momento en que la actividad turística está completamente parada, y no logramos saber qué empresas van a quedar finalmente en pie y cómo va a ser la vuelta a la “normalidad”, si es que existe alguna. Interactuar a través de plataformas (ya sea 100% virtual o bajo un formato híbrido, como es el caso de nuestro congreso) nos va a dar la posibilidad, como comunidad turística, de estar en contacto y aprovechar este tiempo tan complicado que nos ha tocado vivir.

¿Cuándo se va a realizar y qué significa en este caso que sea un encuentro “híbrido”?

- Se va a realizar del 12 al 14 de mayo, y el formato híbrido obedece a que a lo largo de los tres días, los moderadores de los paneles van a estar de manera presencial en el hotel Sheraton Buenos Aires, sede del evento, mientras que los panelistas van a exponer de manera virtual, desde su lugar de residencia.

Aldo Elías, presidente de la CAT

¿Es un congreso que más allá de las urgencias de la coyuntura busca analizar problemáticas de medio, largo y muy largo plazo?

- Va a haber un poco y un poco. Hay cuestiones vinculadas al consumo y a la economía, que van a ser propios de la coyuntura; de la situación del turismo que se viene; y de los nuevos hábitos que se van a plantear en el marco de este COVID-19. Y después va a haber otros temas de mediano y largo plazo, efectivamente, como la inclusión, el género, formación y empleo y la sustentabilidad, que son temas que han venido a instalarse con fuerza desde hace un tiempo. Y Argentina tiene muchas ganas de ser un referente regional en estas cuestiones.

Actualmente, estas problemáticas de largo plazo parecen atravesar fuertemente la coyuntura y se imponen entre los nuevos requerimientos de la demanda, en segmentos clave como el turismo de naturaleza, del que Argentina es referente.

- Sí, es así. Potenciar los destinos de naturaleza -que sin dudas van a ser los más elegidos-, en un país que tiene tantos como Argentina, es casi una obligación. Y consolidar el trabajo fuerte que se está llevando adelante en materia de accesibilidad e inclusión en un escenario como este, es un desafío clave. Son asignaturas pendientes, y hay que aprovechar este momento para consolidarlas. Argentina tiene mucho camino recorrido, pero también muchísimo camino por delante.

(Ver: Reconocen a los privados argentinos por su trabajo en igualdad de género)

A lo largo de los años, la CAT y usted mismo han planteado que “Argentina desmotiva la inversión y el desarrollo de las empresas”. ¿Cómo se transmite a los empresarios, especialmente en la difícil coyuntura actual, que deben apostar e invertir para “salir mejores” de la crisis?

- Es un tema difícil. Si yo me tengo que guiar sólo por lo que tenemos ahora, este país está condenado al fracaso. Desde los diferentes Gobiernos que hemos tenido no se ha hecho otra cosa más que desalentar la inversión. Entonces, tenemos que dejar de mirar hacia atrás; pensar que esta pandemia se ha transformado en un antes y un después; y, a partir de ahora, pensar en cómo atraer inversiones, cómo generar un país en el que sea apetecible poner un peso adentro. Tenemos que entender esta posibilidad que nos está dando la historia, porque hasta que arrancó la pandemia Argentina estaba entre los peores países del mundo y muy alejada de aquellos contra los cuales nos podíamos comparar.

Hoy la pandemia nos trajo a una situación muy compleja, pero también trajo al resto. Por decirlo en términos sencillos: la pandemia niveló para abajo.

Si Argentina aprovecha esa oportunidad y se consolida fuerte en el cuarto pilar de su economía, que es el turismo, promoviendo la llegada de inversiones y el desarrollo de infraestructuras en un país enorme como el nuestro, creo que tenemos una buena oportunidad de revertir esta “condena al fracaso”. Soy optimista; creo que vamos a aprovechar esta oportunidad; que el Gobierno va a entender que en materia impositiva más es menos; que más contribuyentes deben pagar menos impuestos; que vamos a poner finalmente al turismo como política de Estado; y que vamos a promover que las inversiones lleguen para quedarse y nos permitan desarrollar muchos destinos de naturaleza.

¿Cuándo ven posible que la actividad turística pueda volver a ponerse en marcha con cierta normalidad en Argentina? ¿Están pensando en el segundo semestre? ¿Será antes, en junio, por ejemplo?

- No, junio es mañana. Hasta que no vacunemos, no esperemos soluciones mágicas. Si no hay vacunación, no hay fin de la pandemia. Y, si no hay fin de la pandemia, todos los que tengamos que ver con turismo vamos a estar exactamente como ahora. Esto no va a pasar ni un día antes del segundo semestre, y estará atado a la evolución del plan de vacunación.

¿Y cómo sobrevivirá hasta entonces el sector?

- El sector está empezando lentamente a extinguirse; no hay una supervivencia. Vos podés hablar de Semana Santa o del verano en 20 o 25 destinos, pero el resto está destruido.

Esos nueve meses sin actividad turística han sido un desastre para la actividad y para la economía de las empresas.

El cambio de los ATP por los Repro sigue profundizando la crisis, y por eso estamos tratando de volver a los ATP, para traspasar estos tres o cuatro meses que tenemos por delante. Hasta al menos el 1° de septiembre no se puede planificar absolutamente nada.

Entonces están pensando en el 1° de septiembre como una probable fecha de reactivación…

- ...Sí. Inclusive, si vos querés salir a vender Argentina tenés que tener un plan de contingencia armado. Necesitás decir “señores, a partir del 1° de septiembre las fronteras se van a abrir”. Si después no se pudiera, será otra historia, porque habrá motivos válidos y públicos para que eso ocurra. ¿Cómo le vamos a vender el país a un europeo sin decirle cuándo va a poder venir?

¿Cree que el Gobierno va a “ajustar” las ayudas a las necesidades que menciona o la economía nacional no permite tirar más de la soga?

- Yo creo que sí puede, y lo va a hacer. El peor escenario para un país es salir de la pandemia y no tener empresas para que los recursos humanos puedan desarrollar su actividad. Dejar que se destruya un sector que puede ser clave para la recuperación de la economía, sería un error garrafal. Seguramente para el país significará un momento de mayor inflación por la emisión monetaria, pero lamentablemente no hay otra opción.