Por qué las pymes deben convertirse ahora en empresas de triple impacto
Patricia Molina explica qué es y por qué es clave desarrollar este modelo de negocio en plena crisis
Publicada 04/06/21En un mundo sacudido por la pandemia, en el que las empresas de todo el mundo están agotando sus recursos para garantizar su subsistencia, ¿es viable pensar en cambiar la cultura organizacional, las prácticas cotidianas e incluso el core del modelo de negocio de una compañía, especialmente en el sector pymes? Patricia Molina, consultora experta en triple impacto, asegura que sí y lo explica en esta videoentrevista con HOSTELTUR.
Nunca es el momento ideal para cambiar, y por eso se dice que las crisis son oportunidades. Desde luego, para quien está en el ojo de la tormenta, esto es sólo una frase motivacional. Pero, ¿qué tal si la realidad fuera tan cambiante que aquello que hace apenas dos años era un manojo de buenas intenciones dispersas, una tendencia como tantas, hoy se convirtiera en una de las claves para salir adelante?
Eso es lo que ha hecho la pandemia con la sustentabilidad en el sector turístico. El mundo cambió tan claramente delante de nuestros ojos y de manera tan contundente que prácticamente no hay lugar para dudar de dos afirmaciones: número uno, nadie sale solo; y dos, la nueva normalidad exige cambiar, adaptarse. Y es allí donde cobra fuerza un concepto muy poco abordado hasta ahora: el triple impacto.
Para analizar este modelo de negocios que busca generar un impacto positivo en las finanzas de los emprendedores pero también en el medio ambiente y en las comunidades en las que se desarrolla, HOSTELTUR dialogó con Patricia Molina, consultora especializada en triple impacto, desarrollo sustentable, marketing turístico y políticas con perspectiva de género, y miembro del área de Turismo de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Desde luego, la gran pregunta que enmarcó esta videoentrevista fue si este es precisamente el momento adecuado para apostar a un cambio de cultura empresarial basado en la responsabilidad y la cooperación, cuando las empresas de todo el mundo están llevando una lucha diaria para sobrevivir. Su respuesta fue que sí.
“Es entendible que ante este escenario de facturación cero y esta incertidumbre la empresa o el emprendedor estén preocupados por mantener aquello que tienen. Es muy lógico de los seres humanos. Sin embargo, también es cierto que esta pandenia profundizó problemáticas que teníamos, sobre todo en Latinoamérica”, afirmó.
¿A qué se refiere precisamente? “Somos una de las regiones con mayor disparidad. Tenemos un problema de distribución de recursos y también de contaminación. Por lo tanto, pensar en modelos de negocios sin tener en cuenta esta realidad va a hacer que, al llegar a una ‘nueva realidad’, los viejos modelos sean mucho menos rentables y competitivos que hoy; y vamos tener menos soluciones al alcance para seguir manteniendo el negocio”, explicó.
De hecho, contó que las entidades de crédito, a la hora de evaluar la factibilidad de un proyecto están tomando en cuenta “tanto el impacto en la rentabilidad del negocio como los impactos para solucionar problemas ambientales y sociales. Y luego describió distintos planes de financiamiento para estas iniciativas a lo largo de la región, como la Banca Ética; y resaltó el rol de las aceleradoras e incubadoras de proyectos, que son organismos públicos, privados o mixtos que ayudan a los emprendedores a desarrollar planes y ejecutarlos de manera exitosa.
Entonces, ¿por dónde puede empezar una pyme su transformación en una empresa de triple impacto? Según Molina, el primer paso es aproximarse a los actores que ya están transitando ese camino o que saben cómo hacerlo: instituciones sectoriales, consultoras, incubadoras, aceleradoras o incluso otras compañías que ya han iniciado su reconversión.
Finalmente, en referencia al cambio cultural que deben abordar las organizaciones para generar un impacto positivo en la sociedad, la especialista dio algunas pistas acerca de cómo abordar la perspectiva de género dentro de las empresas, y especialmente en el sector turístico, cuya fuerza laboral está compuesta en un 54% por mujeres.
Para comentar, así como para ver ciertos contenidos de Hosteltur, inicia sesión o crea tu cuenta
Inicia sesiónEsta noticia no tiene comentarios.