Argentina extiende restricciones pero da oxígeno al sector gastronómico

Luego de nueve días de confinamiento estricto y una semana más bajo fuertes restricciones, Argentina logró contener el avance de la segunda ola, manteniendo sus indicadores de contagios y muertes por COVID-19 en “una meseta alta”, e incluso con un leve descenso en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), región conformada por la Ciudad de Buenos Aires y unos 35 partidos de la Provincia de Buenos Aires.

Este fin de semana se vencía la vigencia del decreto presidencial y los rumores indicaban que sucedería lo que finalmente sucedió: este viernes 11 de junio al mediodía el presidente Alberto Fernández anunció la extensión de la medida hasta 25 de junio, pero con algunas flexibilidades para aquellas grandes ciudades con índices menores a 500 contagios por cada 100.000 habitantes, categoría a la que accedió el AMBA esta semana.

Alberto Fernández anunció la extensión de las restricciones hasta el 25 de junio

En lo que se respecta al turismo interno, vale recordar que no está prohibido expresamente, pero sigue vigente en todo el país el toque de queda nocturno entre las 23.00 y las 6.00 horas; siguen prohibidos los encuentros sociales; y rigen restricciones sobre la gastronomía.

Sobre el turismo internacional, los argentinos pueden salir del país con cualquier motivo, siempre que cuenten con la autorización del destino al que viajan. Al volver deben someterse a tres test y guardar cuarentena (domiciliaria si dan negativos los dos primeros; o a su propio coste si da positivo). El receptivo con fines turísticos sí está prohibido.

Sin embargo, desde este sábado 12 de junio los restaurantes, las confiterías, los cafés y tantos otros locales gastronómicos podrán salir de ese estado de asfixia que los obligaba a trabajar sólo en formato de delivery o take away. Ahora podrán atender al público en espacios exteriores y hasta las 23.00 horas. Como antes del último confinamiento, los comensales que ingresen a las 22.50 podrán permanecer adentro hasta terminar su comida o bebida, pero no más allá de las 0.00 horas, y regresar a su casa sin problemas.

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Esta nuevo escenario normativo ofrece oxígeno al sector, que se encuentra en estado crítico, a pesar de las ayudas del Estado nacional y algunos anunciados aportes complementarios por parte de la Ciudad y de la Provincia de Buenos Aires.

¿Hay invierno?

En el resto del país, la gran esperanza está puesta en una inminente temporada alta invernal, que el Gobierno nacional no termina de confirmar. Tal como lo viene contando HOSTELTUR, el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, había puesto sobre la mesa la posibilidad de suspender las vacaciones de invierno, lo que le valió una dura respuesta por parte de la Cámara Argentina de Turismo (CAT).

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Y también de las provincias. La semana pasada se llevó a cabo una reunión extraordinaria del Consejo Federal de Turismo (CFT), que es el organismo que reúne a todos los titulares de las carteras turísticas provinciales, y allí quedó claro que la mayor parte del país no está en condiciones de perder otro invierno, especialmente la Patagonia y otras provincias vinculadas a la nieve.

Matías Lammens volvió a poner en duda el turismo para las vacaciones de invierno en Argentina

Lammens no dio definiciones claras, pero se mostró empático con sus interlocutores. “Estamos trabajando para dar previsibilidad al sector porque sabemos estamos atravesando una situación muy delicada y desde el Estado nacional los seguimos acompañando. Estamos trabajando para que haya temporada porque sabemos el impacto directo que tiene en las economías locales. Tenemos una gran expectativa en cómo avanza el proceso de vacunación, pero dependemos de la situación sanitaria", advirtió.

De hecho, el ministro corrió el eje de la promoción para fin de año, anticipando ante el CFT que habrá una segunda edición del programa PreViaje, que en principio sería para viajes en diciembre y 2022. Vale recordar que ese fue el formato de la primera edición, que tuvo un gran éxito durante el pasado verano.

Al respecto, Lammens concluyó: “PreViaje es una herramienta extraordinaria gracias a la cual logramos sostener y poner en funcionamiento a las empresas en un contexto muy delicado. Gracias a la excelente repercusión, tanto en la Argentina como en países del exterior que mostraron interés en replicar la medida, es que decidimos ir por más y apostar a una segunda edición”.