Paro y tercera ola desmoronaron la ocupación hotelera en Colombia
En abril y mayo las pérdidas del sector fueron de COL$ 1,1 billones (más de US$ 290 millones)
Publicada 01/07/21La Asociación Hotelera y Turística de Colombia (Cotelco) dio a conocer sus datos de ocupación hotelera correspondientes a mayo último, y en ese informe quedó en evidencia el fuerte impacto provocado por la suma de la tercera ola de contagios de COVID-19 y el paro nacional. Apenas se ocupó el 24,25% de los cuartos en ese mes, y si se incluye abril en la ecuación, las pérdidas alcanzan COL$ 1,1 billones (más de US$ 290 millones).
En el marco del tercer pico de contagios de COVID-19 en Colombia, que de por sí golpeó de lleno en la reactivación económica y turística que se estaba verificando en el país, el Gobierno nacional había anunciado un paquete de medidas tributarias que desencadenó en un paro nacional y en masivas protestas en las calles de todo el territorio, bloqueos de rutas y más de 50 muertos.
Finalmente el presidente Iván Duque dio marcha atrás y dio un vuelco a su agenda, pero el turismo sintió el impacto, principalmente por la gran cancelación de reservas, que afectó tanto prestadores como intermediarios. La Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo (Anato) ya había informado sobre ese fenómeno, pero ahora los hoteleros también tienen datos concretos para demostrarlo.
La Asociación Hotelera y Turística de Colombia (Cotelco) dio a conocer los indicadores de mayo en cuanto a ocupación hotelera, y las cifras no son para nada buenas: en las 21 regiones en las que tiene presencia se ocupó apenas el 24,25% de los cuartos.
Si bien esta cifra significa un aumento de 21,13 puntos porcentuales con respecto a mayo de 2020, vale recordar que en ese entonces se transitaba el aislamiento más estricto y la ocupación del sector llegó a ser de apenas el 3,12%. La realidad es que las protestas de mayo, la dura represión oficial y otros actos de violencia provocaron en mayo de 2021 la cancelación del 65% de las reservas existentes.
A través de un comunicado de la entidad, su presidente ejecutivo, Gustavo Toro, lo puso en números más claros: “Abril y mayo fueron dos meses de dificultades para la hotelería en Colombia. Las pérdidas generadas por el impacto del COVID y el paro nacional suman COL$ 1,1 billones (más de US$ 290 millones), de los cuales COL$ 400.000 millones están asociados a efectos del paro, pues la incertidumbre y las dificultades que generaron los bloqueos para llegar a los destinos y la percepción de inseguridad motivaron a la cancelación de las reservas”.
Pese a ello, Toro se mostró optimista de cara a los próximos meses. “La temporada de mitad de año puede ayudar a compensar las dificultades que se han presentado, permitiendo la generación de ingresos y la reactivación del empleo en esta industria”.
Impacto generalizado
Un poco más en detalle, Cotelco aseguró que, de acuerdo a sus datos, el principal problema que sufrió la hotelería fueron las cancelaciones (un 90,7% lo señaló así), pero también afectaron severamente los aumentos de los costos de los insumos (77,13%), el desabastecimiento de los mismos (59,69%), las dificultades de los trabajadores para llegar a sus puestos de trabajo (58,14%) y suspensiones de servicios en horarios y días de marcha para garantizar la seguridad de los trabajadores y huéspedes (36,43%).
En una evaluación por regiones, los destinos más alejados de los grandes centros urbanos salieron menos damnificados, aunque también sintieron el golpe. San Andrés fue el que mayor porcentaje de ocupación alcanzó, con un 37,06%, con perspectivas de crecimiento para los próximos meses.
En tanto, Magdalena y Santa Marta fueron el segundo, con un 28,75%; Tolima y Alto Magdalena, el tercero, con 28,71%; Antioquia fue el cuarto, con 28,43%; y el top 5 se completa con Cartagena de Indias, con un 28,11%.
Finalmente, el contraste más visible lo marcó Bogotá, con apenas un 18,88% de ocupación, debido también al menor número de turistas extranjeros que arriban a la capital. Pero también el Valle del Cauca presentó una muy alta afectación (16,84%) como consecuencia de los bloqueos y la violencia en Cali y sus municipios cercanos. En tanto, Nariño marcó un 18,14%, por el paro y las revueltas en Pasto.
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